Cada primer viernes de agosto, más de 50 países y más de 200 ciudades alrededor del mundo se unen para celebrar el Día Internacional de la Cerveza, una festividad dedicada a rendir homenaje a una de las bebidas más antiguas y populares de la humanidad.
Más que una simple bebida, la cerveza representa tradición, convivencia y momentos compartidos, formando parte esencial de reuniones, comidas y celebraciones de todo tipo.
El origen de esta fecha especial se remonta a 2007, cuando un grupo de amigos, Jesse Avshalomov, Evan Hamilton, Aaron Araki y Richard Hernández, decidió crear una jornada para reconocer el impacto social, cultural e histórico de la cerveza. La idea surgió en un pequeño bar de Santa Cruz, California, y en pocos años se convirtió en un evento con alcance global.
Con una historia milenaria que se remonta a las antiguas civilizaciones mesopotámicas, la cerveza ha evolucionado en estilo, técnica y sabor, atravesando fronteras y generaciones. Hoy en día, existen miles de variedades que reflejan la diversidad cultural de cada región del planeta.
El Día Internacional de la Cerveza no solo invita a brindar y disfrutar, sino también a valorar el legado de una bebida que ha estado presente en rituales, encuentros y momentos significativos a lo largo del tiempo. Es una fecha para reconocer su papel en la historia y su constante presencia en la vida cotidiana de millones de personas.