Los tiempos han cambiado en las citas románticas de la capital surcoreana. Mientras que antes las parejas optaban por la tradicional barbacoa coreana o la sofisticada cocina italiana, hoy en día hay un nuevo protagonista en la escena gastronómica del amor: la comida mexicana. Los vibrantes sabores del guacamole, el picante de los tacos al pastor y la frescura de los cocteles se han posicionado como la elección ideal para una velada especial.
Este cambio no es casual. En Corea del Sur, los restaurantes mexicanos no son vistos como una opción de comida rápida o casual, sino como una experiencia culinaria exótica y aventurera. Elegir una taquería para una cita demuestra un espíritu atrevido y un deseo de explorar juntos, algo que resuena profundamente en las parejas jóvenes. La comida, que se presta para ser compartida y disfrutada en un ambiente animado, fomenta la conversación y la conexión.
La prueba de esta creciente tendencia se puede ver en días clave. En fechas como el Día de San Valentín, o el famoso “Día Blanco” (14 de marzo, cuando los hombres dan regalos a las mujeres en Corea del Sur), los restaurantes de comida mexicana registran un notable aumento de reservaciones. Se ha vuelto una tradición para muchos coreanos celebrar estos momentos íntimos con un festín de burritos, fajitas y nachos.
Así, la cocina mexicana ha demostrado que su atractivo va más allá de su sabor; se ha convertido en un símbolo de modernidad y romance, ofreciendo un escape de la rutina y una vibrante experiencia para quienes buscan el sabor del amor.