A casi un año de asumir el cargo, el alcalde de Matehuala, Raúl Ortega Rodríguez, ha centrado su agenda política en la promoción de proyectos de infraestructura de gran impacto. Sin embargo, un análisis más detallado revela que estas iniciativas no son de su autoría, sino que ya formaban parte de los planes del gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Esta estrategia ha levantado cuestionamientos sobre si la administración municipal está realmente generando nuevas ideas para el desarrollo de Matehuala o si se trata de una estrategia para ganar popularidad.
Uno de los ejemplos más notables es el anuncio de la estación de tren en Matehuala, un proyecto que formaría parte de la ruta entre la Ciudad de México y Laredo. Si bien la idea es atractiva para el crecimiento de la región, la iniciativa ya había sido contemplada por el gobernador Gallardo como parte de sus planes de infraestructura para el estado.
De manera similar, la propuesta de construir un aeropuerto en Matehuala también resuena en la agenda municipal, pero este proyecto ya había sido mencionado públicamente por Gallardo Cardona en agosto de 2023, cuando se encontraba en fase de análisis con la Secretaría de Turismo.
Aunque es responsabilidad de la administración de Ortega Rodríguez dar continuidad y gestionar estos proyectos, la falta de propuestas nuevas de gran impacto ha generado inquietud entre los ciudadanos. La promoción intensiva de estas iniciativas, que no nacieron en el Ayuntamiento de Matehuala, sugiere una estrategia con fines más políticos que de verdadero progreso para la comunidad.
Mientras se busca consolidar estos ambiciosos planes, la ciudadanía señala que las necesidades básicas se encuentran desatendidas. La atención a servicios esenciales y a las demandas cotidianas de la gente parece haber quedado en un segundo plano, convertida en “letra muerta” en la agenda del presidente municipal. La gestión del alcalde, enfocada en la promoción de proyectos que no son propios, contrasta con la urgencia de resolver los problemas inmediatos de los matehualenses.