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A mentadas y arañazos, pelean regidores de Matehuala

Como si se tratara de una comedia barata, el regidor panista del Ayuntamiento de Matehuala, Franco Alejandro Coronado Guerra, quien también se desempeña como secretario general del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional, se enfrascó en un pleito infantil con su homónimo, el regidor del Partido Verde, Juan Ramón Sánchez Velázquez, al que calificó de burro, le sacó la lengua y le echó dos o tres mentadas frente a un importante número de ciudadanos degustaba sus alimentos en un conocido café ubicado a un costado de la Presidencia Municipal.

De acuerdo con distintas versiones, el origen del pleito se debió a una diferencia de opiniones que tuvieron los ediles durante una sesión de Cabildo que recién terminaba. En ella, Ramón Sánchez presentó un informe en el que se exhibía la tranza que aprobó el alcalde Iván Estrada, acompañado por regidores del PAN, del PRI y de Morena al regalarle varias hectáreas de terreno a su socio y amigo, el exdelegado de la CONAZA, Ajax Ulises Jonguitud, quien presuntamente desarrollará un importante invernadero para abonar al desarrollo de Matehuala. 

En el informe que presentó Sánchez Velázquez, según trascendió, se cuestionaba severamente el beneficio que se podría dejar al municipio, situación que, desde luego, pone en tela de juicio la decisión que tomaron los regidores al avalarlo. Coronado Guerra, al sentirse aludido, reviró violentó que, “según había entendido”, el proyecto de los invernaderos era de gran importancia, sin embargo, en ningún momento pudo dar argumentos para defender su postura. 

Todavía enojado, el panista siguió a su compañero hasta el citado café en donde le gritoneó de todo. Lo tachó de burro y corrupto porque, según Franco Alejandro, el hecho de no contar con un título universitario era muestra de las deficiencias que tenía en su ejercicio como regidor de Matehuala. 

Sorprendidos, los comensales y el personal del café optaron por guardar silencio, pero no por ello le dieron la razón al fúrico panista pues, refieren, el espectáculo que montó en un lugar tan público sólo confirmó que carece de argumentos sólidos para defender sus posturas y, al no tenerlos, opta por agredir a sus adversarios de un modo por demás infantil.