Los días lluviosos pueden convertirse en un verdadero reto para quienes tienen mascotas. El mal clima no solo afecta la rutina de las personas, también interrumpe los paseos de los perros, que son fundamentales para su bienestar físico y emocional.
Aunque la tentación de no sacarlos es grande, suspender por completo sus salidas puede provocar estrés, ansiedad y problemas de comportamiento. Lo más recomendable es adaptar los paseos a las condiciones del clima con algunas medidas prácticas:
- Ropa impermeable para mascotas. En el mercado existen capas y chamarras diseñadas para perros, que ayudan a mantenerlos secos y a prevenir resfriados, especialmente en razas pequeñas o de pelo corto.
- Protección de las patas. El contacto constante con agua y lodo puede irritar las almohadillas. Para prevenirlo, se pueden aplicar ceras protectoras o usar botitas impermeables, que además reducen el riesgo de infecciones por bacterias presentes en los charcos.
- Paseos cortos pero frecuentes. No es necesario salir por largos periodos; basta con caminatas rápidas varias veces al día para cubrir sus necesidades físicas y fisiológicas.
- Secado al regresar. Una vez en casa, es importante secar con una toalla el pelaje, las patas y el área entre los dedos. En perros de pelo largo, también conviene cepillarlos para evitar enredos y humedad acumulada.
- Elegir rutas seguras. Optar por calles con buen drenaje y evitar zonas encharcadas o con exceso de lodo facilita el paseo y previene caídas y suciedad innecesaria.