El Altiplano potosino vuelve a colocarse como una de las regiones más inseguras del estado, luego de que se dieran a conocer casos de sacerdotes que han sido detenidos temporalmente en carreteras que conectan San Luis Potosí con Zacatecas. Según los reportes, los religiosos son interceptados por presuntos integrantes del crimen organizado, quienes los interrogan, los intimidan por unos minutos y finalmente los dejan continuar su camino.
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPCE), Jesús Juárez Hernández, reconoció que se tienen registrados varios reportes de este tipo de situaciones, aunque aclaró que no se han reportado robos ni agresiones. Juárez Hernández aseguró que las fuerzas estatales mantienen una presencia importante en la zona fronteriza con Zacatecas, así como en los límites con Nuevo León, Guanajuato y Veracruz, y que están en disposición de atender estos casos para garantizar la seguridad de los sacerdotes.
“Tenemos una presencia muy marcada en la zona fronteriza con Zacatecas, Nuevo León, Guanajuato y Veracruz. Estamos en disponibilidad de atender este tema para brindar seguridad a los sacerdotes”, reiteró el titular de la SSPCE.
A pesar de las declaraciones oficiales, habitantes del Altiplano aseguran que la vigilancia es escasa y que los retenes del crimen organizado operan con total impunidad, sobre todo durante las noches. Transportistas, comerciantes y pobladores han advertido que el tránsito por las carreteras de Charcas, Vanegas y Matehuala hacia el norte del estado se ha vuelto cada vez más riesgoso.