Matehuala enfrenta un acelerado crecimiento poblacional que comienza a encender focos rojos entre las autoridades. El municipio ya supera los 100 mil habitantes y mantiene una tendencia sostenida al alza; sin embargo, la infraestructura y los servicios públicos no han crecido al mismo ritmo desde hace años, lo que genera un escenario preocupante para el futuro cercano.
De acuerdo con datos del INEGI, se proyecta que para el año 2030 la población de Matehuala alcance entre 117 mil 800 y 118 mil habitantes. Si la tendencia continúa, para 2040 la cifra podría llegar a los 123 mil habitantes. No obstante, el crecimiento demográfico supera la inversión pública en obra y servicios, generando actualmente diversas deficiencias.
El desbalance ya es visible: el centro histórico resulta insuficiente para el tránsito vehicular, muchas viviendas en la periferia carecen de red de agua potable y, en algunos casos, incluso de drenaje. Además, la falta de espacios públicos refleja un crecimiento urbano desordenado que no prioriza las necesidades a largo plazo.
Expertos advierten que, de no cambiar el rumbo, las próximas generaciones enfrentarán un municipio saturado y con condiciones de vida limitadas. El agua sería insuficiente; los servicios básicos y el transporte público aumentarían sus costos, impactando directamente en la economía familiar. El sistema de salud y educación se vería rebasado por la falta de médicos y maestros, mientras que sectores como la vivienda, educación privada y restaurantes ya registran incrementos superiores al 4 por ciento, lo cual podría volverlos inaccesibles para la población de ingresos medios y bajos.
El crecimiento poblacional también está acompañado del arribo de personas de municipios vecinos que buscan oportunidades laborales, pero Matehuala carece de un mercado capaz de absorber esa demanda. A ello se suma la fuga de profesionistas, un fenómeno recurrente derivado de la escasez de empresas donde puedan desarrollarse, lo que frena el potencial de desarrollo económico y tecnológico.
La ubicación estratégica del municipio sigue desaprovechada. Si la tendencia continúa sin una planeación integral, las siguientes generaciones heredarán un Matehuala colapsado y con pocas oportunidades para vivir y crecer con dignidad.