La tradicional afluencia de paisanos que cada año recibe el municipio de Cedral podría verse drásticamente reducida debido al aumento de la inseguridad en la región y a recientes denuncias de extorsiones. Habitantes señalan que, ante este panorama, muchos migrantes ya analizan evitar su visita al país para no exponerse a riesgos innecesarios. A ello se suma el temor provocado por las políticas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, que podrían dificultar el retorno de quienes salgan temporalmente. Este conjunto de factores ha generado preocupación tanto entre familias locales como en comerciantes. La derrama económica que dejan los paisanos cada año es considerada vital para la economía local. Por ello, la posible disminución ya es motivo de alarma.
La región se ha convertido en un foco de atención negativa debido al incremento de hechos violentos. Balaceras constantes, robos en carretera y reportes de inseguridad han convertido el tránsito vehicular en una experiencia tensa y peligrosa. Conductores han señalado que, durante su trayecto, han sido víctimas de trato hostil por parte de agentes que, en lugar de brindar apoyo, aprovechan la situación para emitir sanciones cuestionables. Esto ha provocado que algunos paisanos opten por rutas alternas o incluso por no viajar. La comunidad migrante considera que la falta de vigilancia efectiva incrementa la vulnerabilidad de quienes transitan por el estado. La percepción de riesgo aumenta especialmente en horarios nocturnos.
Además de la inseguridad, viajeros han reportado extorsiones y cobros injustificados en puntos estratégicos de la región. Señalan que la presencia de agentes municipales y federales no siempre garantiza protección. Al contrario, afirman que en algunos casos son detenidos sin motivo para someterlos a cuestionamientos extensos. Los afectados relatan que la única forma de continuar su camino es entregando dinero, lo que convierte su viaje en una experiencia desagradable y estresante. Esta práctica, aseguran, se ha normalizado al grado de que muchos migrantes ya preparan dinero destinado exclusivamente para estas situaciones. La preocupación ha escalado entre familias que esperan a sus seres queridos para diciembre.
Uno de los puntos más señalados es el retén de la Fiscalía General de la República ubicado en San Roberto. De acuerdo con denuncias, en dicho lugar se han registrado revisiones prolongadas e interrogatorios sin explicación clara. Testigos aseguran que, durante estas revisiones, se presiona a los conductores para entregar dinero a cambio de no ser retenidos por más tiempo. La falta de supervisión y protocolos transparentes ha fomentado un ambiente de impunidad. Migrantes coinciden en que el retén no cumple una función preventiva, sino recaudatoria. Este tipo de prácticas ha sido evidenciado por múltiples testimonios en redes sociales, donde circulan alertas y advertencias para conductores que ingresan al estado.
Ante este panorama, ciudadanos hacen un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para supervisar y sancionar cualquier abuso de autoridad registrado en carreteras y puntos de control. Advierten que, de no atenderse la problemática, la derrama económica que beneficia cada año a Cedral podría verse severamente afectada. Comerciantes también temen pérdidas significativas en ventas y consumo local. La comunidad migrante insiste en que viajar debería ser una experiencia segura, especialmente durante temporadas festivas. Sin mecanismos efectivos de protección, la confianza se erosiona. Si no hay respuesta inmediata, el flujo de visitantes podría disminuir de manera irreversible.






