La nueva alerta de viaje de Canadá, actualizada el 13 de noviembre, coloca a México en una categoría de riesgo elevado por “altos niveles de delincuencia y secuestros”, pidiendo a sus ciudadanos extremar precauciones. Desde el principio, el gobierno canadiense recomienda evitar viajes no esenciales a 13 estados donde la violencia criminal y los enfrentamientos armados ocurren con frecuencia y sin previo aviso, documento en el que San Luis Potosí no figura en ningún señalamiento.
El dato político es inmediato, pues ocho de los 13 estados incluidos, más del 60 por ciento, son gobernados por Morena, pese a que el partido presume un discurso con cifras alegres y el lema “abrazos, no balazos”. En la lista aparecen Chiapas, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, todos bajo administración morenista. Se suman Chihuahua y Guanajuato (PAN), Jalisco y Nuevo León (Movimiento Ciudadano). La proporción exhibe que la mayor parte del territorio considerado riesgoso por Canadá está en manos del partido en el poder federal.
El informe también advierte que grupos criminales operan con alta intensidad en todo México, librando disputas por rutas y control territorial, además de enfrentarse con fuerzas de seguridad. La alerta menciona secuestro exprés, robo violento, extorsión y corrupción policial como factores que incrementan el riesgo para los visitantes. Mientras tanto, la narrativa oficial insiste en minimizar la gravedad de la crisis.
Aunque Canadá establece excepciones, como Palenque, Tuxtla y San Cristóbal en Chiapas; Ixtapa y Zihuatanejo en Guerrero; Morelia y Pátzcuaro en Michoacán; Monterrey en Nuevo León; y zonas específicas de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, el mensaje general es que la estrategia de seguridad impulsada por Morena no está funcionando y su incapacidad para contener la violencia ya repercute en el ámbito internacional.






