Con una emotiva y triunfal actuación, el matador potosino Fermín Rivera celebró sus 20 años de alternativa en la Plaza de Toros “El Paseo”, que registró una excelente entrada de aficionados que al final reconocieron su entrega con una gran ovación. El espada salió a hombros al sumar cuatro orejas en una noche marcada por entrega, temple y una faena de regalo que encendió los tendidos.
El festejo comenzó con el toro “Ovación”, un cordero entrepelado de 504 kilos, al que Rivera logró algunos pases de lucimiento. Sin embargo, dos pinchazos al final limitaron el premio a aplausos. Con el segundo de su lote, “Pasión”, de 467 kilos, el resultado fue similar: dos pinchazos y únicamente aplausos del respetable.
El tercero de la noche, “Afición”, un toro cárdeno de 470 kilos, dejó poco material para el lucimiento, por lo que el burel se fue entre silencios en su arrastre. Fue con el cuarto, “Legado”, considerado hasta ese momento el mejor del encierro, cuando apareció la primera faena redonda. Rivera lo toreó con variedad y profundas tandas por ambos lados. Tras pinchar y luego dejar una estocada a tres cuartos, el juez concedió una oreja.
La emoción subió con el quinto, “Arte Efímero”, que permitió un inicio vibrante con verónicas de rodillas, verónicas y chicuelinas. Ya con la muleta, el matador firmó una faena esforzada que conectó con el público. Pese a que el toro tardó en doblar y llegó el aviso, la petición fue mayoritaria y se otorgó una oreja.
Con el sexto, “Ilusión”, Rivera volvió a entregarse desde el farol de rodillas y verónicas templadas. Con la muleta insistió y sacó pases de mérito. Mató de pinchazo hondo y descabello, lo que lo llevó a solicitar un toro de regalo.
El séptimo, el de regalo, fue el que coronó la noche. Rivera cuajó una faena de gran nivel, rematada con una estocada impecable que le valió dos orejas, cerrando así una celebración histórica: cuatro trofeos en la noche de su aniversario.
Con este triunfo, Fermín Rivera reafirma su vigencia, su arte y su conexión con la afición potosina, que lo despidió con una ovación de pie en una noche para el recuerdo.

