En Brasil, un sacerdote rescató a este perrito que vivía en la calle y decidió darle un hogar.
Lo que nadie esperaba era lo que pasaría después…
Con el tiempo, el pequeño Jhonny empezó a acompañarlo a todas las misas. Caminaba tranquilo por la iglesia, saludaba a los fieles y se quedaba cerca del altar como si siempre hubiera pertenecido allí.
La gente lo quiso tanto, que incluso le hicieron un traje especial.
Así fue como se convirtió en un perrito monaguillo, el más querido por toda la comunidad.
Un perrito que antes no tenía nada…
hoy es parte de la iglesia, tiene familia y reparte alegría con solo aparecer.
