La Nochebuena se celebra cada 24 de diciembre en diversos países del mundo, especialmente en aquellos donde la religión católica tiene una fuerte presencia, como es el caso de México. En 2025, esta fecha cae en miércoles, manteniéndose como uno de los momentos más significativos del calendario religioso y cultural, al conmemorarse la noche previa al nacimiento de Jesucristo.
El término “Nochebuena” hace referencia a la vigilia de Navidad, que antecede al 25 de diciembre, fecha en la que se celebra el nacimiento de Jesús. Para millones de personas, este acontecimiento representa una gran fiesta para la humanidad, al simbolizar la unión familiar, la esperanza y el reencuentro con el Espíritu Santo, valores que se mantienen vigentes a lo largo del tiempo.
En México, la celebración de la Navidad tiene sus orígenes en la conquista y posterior colonización española. De acuerdo con historiadores, la primera Navidad propiamente mexicana de la que se tiene registro ocurrió en 1526, durante la época de la Nueva España. El misionero franciscano Fray Pedro de Gante documentó esta celebración en una carta enviada al Rey Carlos V, en la que relató cómo la festividad fue compartida entre españoles e indígenas.
Con la llegada de los evangelizadores, se buscó difundir la religión católica aprovechando las festividades existentes entre los pueblos originarios. De esta manera, se produjo una fusión de tradiciones cristianas con costumbres indígenas, integrando prácticas como el compartir alimentos, dulces, bailes y cánticos, así como elementos relacionados con el solsticio de invierno, que simbolizaba cambios y renovación, dando origen a celebraciones que perduran hasta la actualidad.
Entre las tradiciones más representativas de la Nochebuena en México se encuentran las pastorelas, obras teatrales que narran el nacimiento de Jesús y el camino de los pastores hacia Belén. Aunque en sus inicios tuvieron una finalidad evangelizadora, con el paso del tiempo se transformaron en una expresión cultural popular, incorporando incluso elementos cómicos y referencias a la vida social y política del momento.
Otra celebración emblemática son las posadas, que se realizan en los días previos a la Nochebuena y representan la peregrinación de José y la Virgen María en busca de alojamiento. Durante estas festividades, es común la presencia de la piñata de siete picos, la cual simboliza los siete pecados capitales; al romperla se representa el triunfo del bien y la reconciliación con lo divino, dando paso a la convivencia familiar acompañada de ponche, dulces y tamales, elementos esenciales de la tradición navideña mexicana.



