Se termina el 2025 y para el Atlético de San Luis el balance es, sin rodeos, catastrófico. Después del torneo casi perfecto que firmó Torrent en 2024, semifinales, invicto en casa y la ilusión real de pelear una final, las expectativas eran altas. El proyecto parecía sólido y el equipo había encontrado identidad. Sin embargo, lo que vino después fue una caída libre.
Torrent abandonó el barco en agosto, tras seis meses en los que el equipo jamás volvió a parecerse al del año anterior. Su salida dejó un vacío que fue llenado por Guillermo Abascal, quien no solo no corrigió el rumbo, sino que lo empeoró: otros seis meses para el olvido, un vestidor dividido y constantes enfrentamientos con la afición. Con ese panorama, de cara a 2026 es inevitable hacer un corte de caja: quién sí merece quedarse y quién no.
Portería
Andrés Sánchez: sí. Fue el mejor jugador del torneo y manda un mensaje claro a la Selección. Vienen seis meses clave para que se luzca aún más y, a título personal, su nivel está por encima de varios porteros convocables.
Lajud: sí. Extraña contratación, apenas jugó un partido y tuvo errores puntuales, pero mostró condiciones. Puede ser un respaldo, aunque no representa competencia real para Sánchez.
Defensa
Román Torres: sí, pero no como titular. Tiene cualidades ofensivas, pero es intermitente, se pierde en la marca y no defiende bien. Desde la salida de Ricardo Chávez, esa banda ha sido un problema constante.
Robson Bambu: sí. Con errores en marca, pero con más condiciones de lateral que de central. Aun así, alivianó una zaga muy golpeada.
“Cata” Domínguez: no. Sin minutos, la edad pesa y ni siquiera es opción de cambio.
Juanpe: no. Llegó con cartel y no respondió. Falta de actitud y bajo rendimiento. En el mercado hay opciones mejores.
Aldo Cruz: sí. Cumplidor. No destaca, pero tampoco desentona. Como tercer central con Torrent se vio bien. Merece continuidad.
Javier Suárez: no. Sinceramente, cuesta entender cómo llegó al profesionalismo.
Eduardo Águila: sí. El mejor defensor del club. Sus días parecen contados porque un equipo más grande seguramente lo buscará, ojalá San Luis pueda retenerlo el mayor tiempo posible.
Medio campo
Juan Manuel Sanabria: sí. El motor, el capitán y la cara del equipo. Merece ir a Europa y ojalá lo logre, pero si se queda seis meses más puede incluso colarse al Mundial con Uruguay.
Miguel García: no. Como contención no rindió y como volante tampoco fue determinante.
Benjamín Galdames: no. Tuvo todo el torneo para demostrar algo y nunca dio el ancho. Sin desborde, sin lectura, sin definición y encima con conflictos internos. Ridículo.
Mateo Klimowicz: no. Demasiadas oportunidades para tan pocos resultados. Solo chispazos. San Luis necesita un “10” mucho más constante.
Rodrigo Dourado: sí. Sería una pena que se vaya por culpa del entrenador. Ha cargado la media desde hace torneos y es de los mejores contenciones de la liga.
Jhaziel Marchand: no. Sin juego ni lectura. Le quedó grande la Primera División.
Sébastien Salles-Lamonge: sí. El verdadero “10”. El motor ofensivo del equipo.
Óscar Macías: súper sí. Contención silencioso, hace el trabajo sucio. No se nota cuando está, pero se sufre cuando no.
Sebastián Pérez Bouquet: sí. La sorpresa del torneo. Buen manejo, lectura y margen de crecimiento.
Delantera
Joao Pedro: sí, indiscutible. El mejor del equipo y campeón goleador. Muchas veces hizo todo solo. San Luis necesitaba un delantero así.
Yan Philippe: no. Inexplicable cómo es profesional. Un jugador apalancado que solo convence a Abascal. Sin juego, sin definición. Probablemente la peor contratación del club en años.
Y el entrenador
Guillermo Abascal: no. No hay más que decir. Una burla que este pseudoentrenador siga al frente del equipo.
El 2026 exige una limpia profunda, decisiones firmes y, sobre todo, respeto por una afición que ya vio demasiado.






