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Marisol Nájera deja sin agua a Charcas en plena época decembrina

A pesar de que el abasto de agua potable no parece ser una prioridad para la administración encabezada por Marisol Nájera, los recibos del servicio continúan llegando puntualmente a los hogare

La falta de agua potable se ha convertido en una grave crisis para el municipio de Charcas, donde habitantes de diversas colonias denunciaron que desde hace varios días no cuentan con el suministro del vital líquido, situación que se agudizó durante la temporada navideña. La problemática ha generado molestia y desesperación entre la población, que acusa indiferencia y omisión por parte de la alcaldesa Marisol Nájera Alba.

De acuerdo con testimonios ciudadanos, el agua llega únicamente una vez a la semana, cuando llega, lo que resulta insuficiente para cubrir necesidades básicas como higiene personal, preparación de alimentos y limpieza del hogar. Pese a los constantes llamados de auxilio, vecinos aseguran que han solicitado apoyo directamente a la presidenta municipal, sin obtener respuesta alguna.

“Una vez a la semana es suficiente para ella, yo pienso que ella no sufre de eso, por eso el resto no importa. Qué mal gobierno tenemos”, expresó una ciudadana molesta por la situación. Otra habitante señaló: “La verdad sí es injusto que solamente les den agua un día a la semana. ¿Dónde están los derechos humanos? Lo más seguro es que está sentada en una oficina cobrando cada quincena. Tengan tantita empatía por la gente que tanto ocupa el agua”.

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A pesar de que el abasto de agua potable no parece ser una prioridad para la administración encabezada por Marisol Nájera, los recibos del servicio continúan llegando puntualmente a los hogares, exigiendo pagos que los ciudadanos califican como una burla ante la desesperación que enfrentan día a día. La inconformidad crece al considerar injusto que se cobre un servicio que no se presta de manera regular.

La falta de agua ha afectado directamente la calidad de vida de las familias charquenses. Tinacos vacíos, llaves secas y una constante incertidumbre forman parte del panorama cotidiano en el municipio, donde muchas personas se ven obligadas a racionar el poco líquido que logran almacenar o a comprar agua, representando un gasto extra para economías ya golpeadas.

La molestia social aumenta al no existir una postura clara ni un plan de solución por parte del Ayuntamiento. Mientras tanto, los habitantes de Charcas continúan enfrentando una Navidad marcada por la escasez de agua y la sensación de abandono por parte de un gobierno municipal al que acusan de insensible y alejado de las necesidades reales de la población.