La familia de Carlos Abel López Gallegos, adolescente de apenas 15 años de edad, recorre calles y avenidas del centro de Matehuala pidiendo apoyo económico, luego del grave accidente que sufrió y que cambió su vida por completo. Con un bote en las manos y la esperanza intacta, su abuelita se ha instalado en distintos puntos del primer cuadro de la ciudad, donde apela a la buena fe de los matehualenses.
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Carlos Abel sufrió un accidente relacionado con pirotecnia, que le provocó la amputación traumática completa y parcial de cuatro dedos, incluido el pulgar. Gracias a tratamientos especializados y esfuerzos médicos, se logró recuperar la mano, sin embargo, el proceso ha sido largo, doloroso y costoso. Los gastos médicos, terapias y medicamentos ascienden a aproximadamente 250 mil pesos, una cantidad imposible de cubrir para la familia.
“Rogamos a la ciudadanía para que nos ayude y nos apoye para salir adelante”, expresó la abuelita mientras continúa boteando en el centro de la ciudad. Además, la familia organiza tres rifas solidarias con el objetivo de reunir recursos. La primera rifa tiene un costo de 50 pesos e incluye como premios unas brochas de maquillaje y un termo para primer y segundo lugar. La segunda rifa es de un perfume para hombre, con un costo de 25 pesos, y la tercera rifa corresponde a una mochila para niña, con un precio de 30 pesos por boleto.
La familia insiste en que cualquier apoyo, por pequeño que parezca, suma en este momento crítico. Mientras tanto, continúan en las calles de Matehuala, enfrentando el frío y el cansancio, pero sin perder la esperanza de que la solidaridad de la gente logre marcar la diferencia en la recuperación y el futuro de Carlos Abel.





