El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló en contra de la apelación de los equipos de la Liga de Expansión, sin embargo, la División de Plata volverá a ser relevante en la Liga MX, aunque no de inmediato. El TAS anunció que el regreso del ascenso y descenso en el balompié nacional será a partir de la Temporada 2026-27, con condiciones adicionales que impondrá la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Todavía no están definidos los requisitos que deberán cumplir los clubes para poder competir por un lugar en Primera División, pero se espera que sean muy parecidos a los que existían antes de su abolición en 2020. Certificación financiera, infraestructura, estadios adecuados y plantillas competitivas serán la vara con la que se medirá a los equipos que aspiren a subir. Varias franquicias ya trabajan en fortalecer sus proyectos deportivos, pues el retorno del ascenso abre de nuevo una ilusión para muchas plazas olvidadas del futbol mexicano.
Pero mientras en la Expansión hay entusiasmo, en varios equipos de Primera la noticia no cayó nada bien. Y es que no nos engañemos, al Atlético de San Luis no le conviene que regrese el descenso. El equipo ha logrado cierta estabilidad en los últimos años, alejándose de los últimos puestos de la tabla de cociente, pero basta un mal torneo para que la presión regrese. Y este torneo, todo parece indicar, podría convertirse en esa pesadilla.
La falta de regularidad, los resultados intermitentes y las carencias en distintas zonas del campo tienen encendidas las alarmas. La defensa sigue mostrando debilidades, pero tampoco se puede ocultar que en el medio campo faltan líderes y que en ofensiva hay poca creatividad. Lo peor de todo es que la directiva parece no haber entendido las verdaderas prioridades a la hora de reforzar la plantilla.
Ejemplo de ello es la posible llegada de Robson Alves de Barros, mejor conocido como Robson Bambu, defensa central brasileño de 27 años que proviene del SC Braga de Portugal. Su trayectoria es interesante, debutó en Santos, pasó por clubes de Brasil, Francia y Portugal, suma 25 partidos en la última temporada y hasta fue convocado a selecciones juveniles de su país. Llegaría cedido por un año, con una opción de compra obligatoria fijada en tres millones de dólares. Suena atractivo, pero ¿realmente era lo que más necesitaba el Atlético de San Luis? Debatible.
Lo que más urge es un lateral derecho de garantías, un contención que le dé equilibrio al medio campo y volantes capaces de generar peligro. La salida de Vitinho dejó un hueco enorme que no se cubrió, y la directiva, en lugar de invertir en alguien de nivel, decidió confiar en Yan Philippe, una apuesta que hoy luce como un error mayúsculo. Y mientras el equipo se tambalea, los aficionados empiezan a impacientarse.
El panorama tampoco mejora en el banquillo. Guillermo Abascal todavía no encuentra un once confiable y su margen de error se acorta. Ya se escuchan rumores de que la directiva tiene en carpeta nombres de posibles reemplazos en caso de que los resultados sigan sin llegar. Vea el lado positivo, profesor, aquí le tuvieron más pacienci que en su anterior club, donde lo despidieron en la jornada seis, aquí ya vamos en la ocho. ¡Cuidado! El fantasma del cambio de técnico ya ronda el Alfonso Lastras.
Al final, la gran pregunta es: ¿está preparado San Luis para competir en un futbol con descenso? La afición potosina merece un equipo sólido, que no viva con el sufrimiento permanente de los últimos lugares. Pero mientras se sigan tomando decisiones improvisadas, mientras se refuercen zonas equivocadas y sin refuerzos de peso, el futuro pinta más con sombras que con certezas.
El regreso del descenso es, para muchos, justicia deportiva. Para Atlético de San Luis es una advertencia. El tiempo para corregir aún existe, pero si no se toman decisiones firmes, la ilusión de Primera podría convertirse en pesadilla.