Los Diablos Rojos de México cerraron una temporada de ensueño al coronarse campeones de la Serie del Rey tras derrotar 4-2 a los Sultanes de Monterrey, llevándose la serie por barrida (4-0). El equipo capitalino, que llevaba una década sin levantar el título, consiguió su anhelada corona número 17 de la Liga Mexicana de Beisbol en una noche en la que la Sultana del Norte no tuvo respuesta ante el implacable juego de los visitantes.
Desde la primera entrada, los Diablos Rojos dejaron claro que venían por la victoria. Robinson Canó bateó un imparable y José Marmolejos no desperdició la oportunidad, conectando un cañonazo de tres carreras que puso el marcador 3-0 en favor de los capitalinos. La defensiva de los Sultanes, desconcertada, permitió una cuarta carrera tras un batazo de Ornelas que Julio Terán aprovechó para aumentar la ventaja. El equipo de Monterrey, incapaz de reaccionar, mostró pocas ideas para detener el ataque de los visitantes.
Uno de los momentos más dramáticos del partido ocurrió cuando Tito Valenzuela, de los Sultanes, sufrió un golpe en el rostro tras chocar accidentalmente con su compañero Jonathan Morales. El cátcher intentaba atrapar un elevado dentro del cuadro cuando su codo impactó la cara de Valenzuela. A pesar de la impactante escena, Valenzuela logró levantarse y continuó jugando el resto del partido.
Los Sultanes intentaron responder en la sexta entrada, cuando Morales rompió la falta de pitcheo, pero un mal roletazo permitió a los Diablos Rojos realizar una doble matanza que acabó con las esperanzas de Monterrey. La situación no mejoró para los locales cuando, en el octavo capítulo, Salazar dejó escapar la esférica al intentar atraparla a mano limpia, lo que permitió que Juan Carlos Gamboa conectara un imparable.
Aunque los Sultanes lograron anotar dos carreras en la novena entrada, una de ellas cortesía de Ramiro Peña y la otra a través de un rodado de Carlos Soto, la remontada nunca llegó. Los Diablos Rojos cerraron el partido con el out 27, sellando su victoria y asegurando el título. Con esta barrida de 4-0, los Diablos Rojos de México pusieron fin a la segunda sequía más larga en su historia, logrando finalmente llevar la corona número 17 a sus vitrinas tras una espera de diez años.