“El Marro”, así se le conocía en el ambiente beisbolero, su nombre: Honorio Moreno, el pasado 27 de febrero tiró su último partido antes de enfrentar la muerte, a la que no pudo dominar y partió al diamante celestial.
Honorio Moreno, originario de la comunidad de La Crucita, perteneciente al municipio de Cedral, un jugador de todas las posiciones, el equipo de sus amores, Los Cardenales de San Antonio de Los Facundo, con quien compartió triunfos, derrotas, alegrías y muchas anécdotas que hoy quedan en el recuerdo de todos aquellos los que tuvimos la dicha de haberlo conocido.
El domingo 27 de febrero, aún se subió a la loma de los disparos, lanzó dos entradas para el equipo del Deportivo República, dirigido por su amigo Beto Hernández.
Un jugador dicharachero, de mucho ambiente a la hora de jugar, siempre con la sonrisa en el rostro y con las palabras alegres aun y cuando se tratara de sus rivales en el campo, como un gran maestro, enseñó a su hijo y sobrinos los secretos del beisbol.
Un trágico accidente cortó la existencia del popular jugador, “El Marro” Moreno, la noticia corrió rápido, en la carretera 57, antes de llegar a su lugar de origen, Honorio encontró la muerte.
La despedida fue en el sitio donde tantas veces estuvo: El campo de béisbol, ahí se hicieron presentes amigos, familiares, compañeros del beisbol a darle a Honorio la última vuelta al cuadro, frente a su ataúd, un ampayer cantó el último strike, la porra alentó a Honorio con los cánticos beisboleros que lo acompañaron durante su viaje al Estadio celestial, donde ahora será parte de la Novena que está en el cielo.
Bajo una tarde de mucho sol, Honorio dio su último recorrido de bases, donde al llegar al home, fue cantado ¡¡¡Safe!!! por el ampayer en turno y los aplausos no se hicieron esperar por parte de los presentes, así se fue Honorio Moreno en su último partido en la tierra.
Descanse en Paz Honorio Moreno “El Marro”.