En la historia del deporte estadounidense, pocas ligas han sido tan controversiales y fugaces como la XFL, una liga de fútbol americano que nació con la promesa de revolucionar el juego, pero que terminó siendo un fracaso rotundo. Creada por Vince McMahon, presidente y fundador de la empresa de lucha libre WWE, la XFL intentó fusionar el entretenimiento del deporte con la espectacularidad del entretenimiento deportivo, pero su audaz visión no logró conquistar al público.
La XFL fue lanzada en el año 2001 como una liga alternativa a la NFL, en un intento de McMahon por competir en el mundo del deporte con una propuesta única. La liga fue promovida como una versión «más ruda y cruda» del fútbol americano, con reglas y elementos de juego diferentes a los de la NFL. Por ejemplo, los partidos no comenzaban con el tradicional lanzamiento de moneda, sino con un «scramble» en el que dos jugadores corrían para recuperar el balón y ganar la primera posesión. Además, la XFL se caracterizó por sus elementos de entretenimiento, con cámaras en el campo de juego y entrevistas en directo, a menudo durante las jugadas, lo que buscaba acercar al público a la acción.
A pesar de su publicidad y las expectativas creadas, la liga rápidamente perdió popularidad. El juego inaugural tuvo buenos ratings, pero los niveles de audiencia cayeron estrepitosamente después de los primeros partidos. El nivel de juego y el talento de los jugadores no igualaban a los de la NFL, lo que se sumó a la decepción de los fanáticos. También hubo quejas sobre la calidad de la producción y sobre el enfoque excesivo en el espectáculo por encima del deporte.
Los problemas financieros y la caída de los ratings llevaron a la NBC, socio televisivo de la XFL, a retirar su apoyo al final de la temporada inaugural. Sin un respaldo financiero fuerte, la liga no pudo continuar, y McMahon anunció su cierre en mayo de 2001, apenas un año después de su fundación.
En 2020, casi dos décadas después, McMahon intentó revivir la XFL con una nueva estrategia, ahora bajo la promesa de ser una liga más seria y profesional, enfocada en el fútbol americano de calidad. Esta vez, McMahon invirtió millones de dólares a través de su empresa Alpha Entertainment, y la liga mostró señales de estabilidad y una recepción inicial favorable. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 interrumpió su temporada inaugural, obligando a McMahon a declarar la bancarrota de la liga en abril de 2020.
En 2022, el actor y empresario Dwayne «The Rock» Johnson adquirió los derechos de la XFL, con la intención de darle una nueva vida en un tercer intento por construir una alternativa viable a la NFL. La liga relanzó en 2023 con Johnson al frente, con la esperanza de aprender de los errores pasados y consolidarse en el competitivo mercado del fútbol americano profesional.
La XFL sigue siendo recordada como un ambicioso, aunque fallido, experimento en el mundo del deporte y entretenimiento. La liga de McMahon fue, en muchos sentidos, un reflejo de su estilo de liderazgo: innovador, audaz, pero también arriesgado y propenso a priorizar el espectáculo sobre la sustancia. Aunque la versión actual de la XFL es ahora una propiedad de Dwayne Johnson, el legado de la liga sigue ligado a su creador original y a su visión de combinar el espectáculo de la lucha libre con el deporte.
Hoy, la XFL es vista como una lección en los desafíos de expandir el entretenimiento deportivo y competir con ligas establecidas. El experimento de Vince McMahon en el fútbol americano terminó en fracaso, pero marcó un precedente en la industria.