La emoción se desbordó este 14 de agosto en la Plaza de Toros «Frascuelo» de Cedral, que lució un lleno total, con aficionados desbordados de pasión y ansiosos por el una nueva jornada de la gran fiesta brava. Bajo la grata organización de la empresa Cantauro, liderada por su director Manuel Azcona Segovia, la faena se convirtió en una tarde para el recuerdo.
En la tarde taurina, se erigió la figura de Leo Valadez, ell matador se entregó por completo al ruedo, conectando con el público desde el primer momento. Su maestría y arte con la muleta no dejaron duda de su talento. Cortó dos orejas de su astado, un triunfo contundente que lo consolidó como el gran triunfador de la jornada. Su faena fue un estallido de entrega que puso a los asistentes de pie, celebrando su victoria.
A su lado, la tarde también tuvo momentos de brillantez. El rejoneador Tarik Othón mostró su destreza a caballo, demostrando su dominio con elegancia y decisión, lo que le valió el corte de una oreja. Por su parte, el matador Luis David Adame demostró su buen momento, entregándose en cada lance y sumando una oreja a su cuenta personal.
Los toros de la ganadería de San Martín se prestaron para el lucimiento, que permitió a los toreros mostrar su talento. Sin duda, fue una tarde para enmarcar en la historia de la plaza «Frascuelo», reafirmando que la afición taurina en el Altiplano potosino sigue tan viva y vibrante.
La pasión se desbordó en cada rincón de la plaza. La afición, entregada, celebró y coreó cada lance, demostrando que la fiesta brava vive con intensidad en Cedral. El público salió contento y los toreros, satisfechos por el rotundo éxito y por el lleno, agradecieron el impecable trabajo de Manuel Azcona, quien se ha esforzado por ofrecerles una plaza donde el arte de la tauromaquia puede florecer en su máxima expresión.
