Mal y de malas. Muchas dudas y poco futbol. La Selección Nacional Mexicana perdió 0-2 ante Estados Unidos en la final de la CONCACAF Nations League, partido disputado en el AT&T Stadium con un lleno de más de 60 mil aficionados en la grada y que exhibió el pésimo momento que vive el combinado tricolor.
Desde el primer tiempo el combinado azteca no tuvo claridad. Errores en la salida y desconcentraciones sirvieron para que el país de las barras y las estrellas creciera y exigiera en un par de ocasiones a la puerta de Guillermo Ochoa, sin embargo, el tanto que rompió el cero llegó hasta la recta final del primer tiempo.
Tras un tiro de esquina y varios toques del conjunto americano, Tyler Adams recibió el balón y desde más de 30 metros metió disparo razo que perforó la puerta de Ochoa para el 1-0. El tanto ayudó para que Estados Unidos se fuera con la ventaja a los vestidores. Justo resultado hasta el momento.
Para el complementario, las modificaciones no llegaron desde el banquillo de Jaime Lozano. Fue hasta el minuto 63 que Giovanni Reyna encaminó la victoria con un disparo potente tras un rechace dentro del área de la zaga mexicana.
Ya con el 0-2 se dieron las sustituciones en México. Fue más el corazón de Santiago Giménez, Orbelín Pineda y Luis Romo que el futbol que mostraron los jugadores aztecas durante el tiempo regular. Sergiño Dest, Christian Pulisic y Reyna desquiciaron al medio campo y defensa tricolor en más de una ocasión, pero no lograron ampliar la diferencia en el marcador.
Un penal revisado por el VAR sobre Giménez fue echado para atrás y el atacante fue amonestado en los últimos minutos. El grito homofóbico se hizo presente y detuvo el partido en un par de ocasiones durante el tiempo añadido.
