Después de más de diez años de enfrentamientos legales entre el veterano luchador Octagón y la empresa Lucha Libre AAA, finalmente se ha emitido una resolución definitiva que otorga los derechos del personaje a Promociones Antonio Peña, S.A. de C.V., razón social de AAA.
El conflicto se originó tras la salida de Octagón de la empresa a la que ayudó a consolidar como una de sus principales figuras y amigo personal del fundador Antonio Peña. Desde entonces, el luchador interpuso diversas demandas, una de las más relevantes relacionada con los derechos del personaje, incluidos tanto su figura como la de su heredero enmascarado, El Hijo de Octagón.
Hasta hace unas semanas, el caso seguía sin resolverse. En mayo de 2025, el propio Octagón declaraba que ni él ni AAA tenían aún la titularidad legal. Sin embargo, documentos recientes del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) confirmaron que la empresa es la legítima propietaria de ambos personajes.
La titularidad de El Hijo de Octagón fue concedida a AAA con vigencia del 16 de junio de 2025 al 19 de diciembre de 2028, mientras que la marca Octagón fue registrada bajo la clase 41 (actividades deportivas y espectáculos) desde el 12 de junio de 2025 hasta el 12 de junio de 2035.
Triple A y WWE, con derechos plenos
Con esta resolución, la empresa hoy propiedad de la WWE tiene el derecho exclusivo para explotar comercialmente los nombres y personajes de Octagón y El Hijo de Octagón, tanto en cartelera como en productos licenciados a nivel internacional.
El fallo adquiere aún más relevancia tras la reciente aparición de Octagón Jr. en eventos de la WWE como Worlds Collide y Money in the Bank, donde enfrentó a Dominik Mysterio en un combate transmitido por Netflix, lo que sugiere que la empresa estadounidense ya había asegurado la legalidad del personaje.
¿Qué pasará con Octagón original?
A pesar del fallo, se estima que Octagón no cambiará de nombre ni de imagen en sus presentaciones en el circuito independiente. Si bien AAA podría emprender acciones legales para impedirlo, es poco probable que lo haga en el corto plazo. No obstante, la resolución del IMPI deja claro que la propiedad legal ya no está en manos del luchador.