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Atlético de San Luis, con un ojo en la Liga y otro en la Concachampions

Por Hares Barragán

Por fin, el Atlético de San Luis rompió una sequía que ya parecía maldición: tres años sin ganar un solo partido en la Leagues Cup. Esta vez, aunque la victoria no fue suficiente para meterse a la siguiente fase, al menos sirvió para sacudirse esa malaria que acompañaba al club desde su primera participación en el torneo. Se agradece, sobre todo porque este plantel, limitado en nombres y profundidad, ha tenido que remar contra corriente desde el arranque de la temporada.

Ahora, el reto inmediato para Guillermo Abascal es darle la vuelta a la página y concentrarse en lo que viene. Su objetivo es claro, poner al Atlético en los primeros planos, algo que, con este grupo, no será sencillo. Sin embargo, el juego ante rivales de la MLS dejó sensaciones positivas, especialmente por algunos jóvenes que aprovecharon la vitrina. Caso particular el de Pérez Bouquet, quien se mostró sólido y dinámico en la contención, demostrando que puede ser un revulsivo importante.

En el ataque, Joao Pedro sigue dejando claro que es el delantero que urgía en San Luis. Su potencia, olfato goleador y capacidad para fijar defensas lo convierten en una pieza clave. Falta, eso sí, que el equipo logre surtirlo de balones con constancia, algo que se ha visto a cuentagotas. Si logra emparejarse con mediocampistas que lo abastezcan, su aporte podría ser todavía más decisivo.

Más allá del cierre en la Leagues Cup, hay un objetivo que todavía se asoma en el horizonte: la Concacaf. Aunque los potosinos quedaron fuera por la tabla anual, tienen una ventana abierta gracias a lo que pueda ocurrir en esta misma Leagues Cup. El escenario es así, si Tigres y Toluca terminan entre los tres primeros lugares del torneo, sus cupos para la competencia continental vendrían por este campeonato, liberando los boletos que ya tenían asegurados por otras vías (finalista y tabla de Liga MX, respectivamente).

En ese caso, los lugares vacantes se asignarían a los siguientes mejores en la clasificación anual: León y Atlético de San Luis. Traducido a términos simples, los potosinos necesitan que Tigres y Toluca lleguen a la final o que al uno dispute y gane el partido por el tercer lugar y el otro juegue la final. Un escenario que, si bien no depende de ellos, mantiene viva la posibilidad de un debut histórico en el máximo torneo de clubes de la región.

El equipo potosino se quedó muy cerca de lograr ese pase por la vía directa. Cerraron la fase regular del Clausura 2025 a solo cinco puntos de la clasificación, un margen doloroso que obliga a mirar atrás y reconocer que el trabajo que ahora intentan culminar tiene cimientos sólidos gracias a lo que hizo Domènec Torrent hace un año, cuando dejó un plantel más competitivo y un sistema de juego que aún se respira en el Alfonso Lastras, con un record de puntos, 30 para ser exactos.

Pero mientras el primer equipo masculino mantiene la esperanza internacional, en la otra mitad del club las aguas están revueltas. El Atlético de San Luis Femenil, bajo la gestión de Adriana Águila, atraviesa un momento de caos administrativo y deportivo. Sí, le ganaron el clásico a Querétaro, pero la victoria no esconde las carencias tácticas, la falta de profundidad en la banca y la mala planeación en refuerzos.

A pesar de todo, Ignacio Quintana ha logrado mantener el barco a flote con recursos limitados. Su capacidad para ajustar y motivar a un grupo que compite con lo justo ha evitado que la temporada se derrumbe por completo. Sin embargo, el club no puede seguir dependiendo de la improvisación y de la resistencia de su entrenador, si realmente quiere competir en la Liga MX Femenil, tendrá que poner orden y dejar atrás la política de “parches” que tanto ha frenado el crecimiento del equipo.