Cada 27 de enero, la UNESCO conmemora a manera de tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica el compromiso de la lucha contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.
El 27 de enero se conmemora la liberación de 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración.
El holocausto no solo afectó profundamente a los países donde se cometieron crímenes nazis, sino que repercutio en otros lugares del mundo. Los Estados miembros comparten la responsabilidad colectiva de abordar los traumas remanentes, mantienen medidas que permitan una conmemoración eficaz.
Mantener una memoria viva del Holocausto supone cumplir un deber universal y un deber humano, que es la razón de ser de la UNESCO: desarraigar el odio, construir la paz y proteger así a la humanidad. En este Día Internacional, comprometámonos a no dejar de recordar: se lo debemos a las víctimas del Holocausto, a los supervivientes y a las generaciones posteriores. Menciono Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.