El reciente escándalo por maltrato a personas mayores en la Residencia Santa Sofía, en la capital potosina, sacó a la luz un problema que va más allá de un solo caso: la violencia contra adultos mayores es una constante silenciosa en San Luis Potosí y adopta diversas formas, desde el abandono hasta el abuso físico y psicológico por parte de familiares.
Jessica Albarrán, directora del Sistema DIF municipal, confirmó que el caso de la residencia ya fue turnado a la Procuraduría de Protección al Adulto Mayor del estado, en coordinación con la Fiscalía. Sin embargo, señaló que este tipo de situaciones son solo una muestra de la crisis que enfrentan muchas personas de la tercera edad.
“Las violencias que viven los adultos mayores no solo ocurren en instituciones. Todos los días recibimos denuncias por abandono, por maltrato familiar, por negligencia. Muchos viven solos, sin atención, sin alimentos, sin higiene. Otros son agredidos por sus propios hijos o nietos”, explicó Albarrán.
Una de las formas más frecuentes de violencia es el abandono. En muchos casos, vecinos alertan al DIF sobre personas mayores que viven en condiciones insalubres o en estado de abandono total. “Vamos, los apoyamos con limpieza, atención psicológica, y a veces solo necesitan ayuda para tramitar una tarjeta o un apoyo del gobierno. Pero lo más grave es que están completamente solos”, detalló.
También son comunes las agresiones por parte de familiares. “Sí, nos han llegado casos donde los maltratan hijos y nietos. Muchos de estos agresores están bajo efectos de drogas o alcohol, lo que agrava la situación. Ahí intervenimos, mediamos, y buscamos alternativas de apoyo”, señaló la directora.
Respecto a los centros de atención privados, Albarrán reconoció que, aunque no se han presentado denuncias formales contra otros asilos, esto no significa que no existan irregularidades. “El problema es que muchas veces no se denuncia. El caso de Santa Sofía es un ejemplo de lo que puede estar pasando en otros lugares”, dijo.
El DIF municipal cuenta con un procurador especializado en la protección de adultos mayores, quien atiende las denuncias que llegan por diferentes vías: llamadas telefónicas, reportes directos, o documentos oficiales. Sin embargo, la capacidad de atención es limitada frente a la magnitud del problema.
Ante este panorama, la funcionaria hizo un llamado a visibilizar la situación de los adultos mayores y a fomentar una red de apoyo comunitario y familiar. “No podemos permitir que envejezcan en el olvido o en la violencia. Cada caso que llega a nuestras manos es una historia de dolor que pudo haberse evitado con más empatía, más compromiso y más denuncia”, concluyó.