La Carretera Federal 57, una de las más transitadas de todo el país por la conectividad que representa del centro de México con la frontera de Estados Unidos, se ha convertido en tierra de nadie ante la falta de vigilancia de las autoridades de Seguridad Pública, situación que ha permitido la proliferación de grupos delictivos que han hecho de esta ruta una de las más peligrosas de todo el país.
Son muchas las denuncias que coinciden en señalar la creciente inseguridad que se vive en toda la carretera, desde la Ciudad de México hasta Piedras Negras, Coahuila. Asaltos a mano armada, agresiones de todo tipo, accidentes viales con consecuencias fatales, congestionamientos que llegan a prolongarse hasta 12 horas y un evidente deterioro de la carpeta asfáltica son sólo algunos de los problemas que se viven en esta carretera.
En fechas recientes, automovilistas, turistas y transportistas han denunciado los retrasos y problemas de movilidad que se tienden a genera por problemas menores y falta de operación de la Guardia Nacional y demás corporaciones que tienen injerencia en la materia. Precisan que se producen embotellamientos que pueden durar toda la noche o largas horas del día sin que haya manera de que los vehículos salgan de la ruta y busquen vías alternas.
Este caos ha permitido que grupos delictivos operen con total impunidad ante la mirada atónita de otros conductores que prefieren no intervenir al percatarse que los delincuentes usan armas de grueso calibre y que, de la nada, aparecen a mitad de los congestionamientos para someter a sus víctimas. El hecho, aunque ha sido reportado en repetidas ocasiones, no ha se ha atendido. Según señalan, los espacios más comunes de asaltos de este tipo se dan entre Santa María del Río y Tierranueva, en el territorio potosino, y en el tramo de la Ciudad de México a Querétaro.
Pero de San Luis Potosí a Nuevo León las cosas no son tan diferentes ya que, tal como lo han confirmado las autoridades competentes, en el tramo San Luis-Matehuala se ha detectado la presencia de grupos del crimen organizado que, presuntamente, operan en la zona y que han llegado a provocar enfrentamientos armados a plena luz del día sobre esta vialidad, sin dejar de lado que, hasta hace algunos meses, también se reportaban asaltos con violencia en los que, incluso, algunas personas perdían la vida.
Por si fuera poco, a la operación de criminales se suma la presencia de retenes que, aunque son ilegales, los montan instituciones públicas como la Fiscalía General de la República y el Servicio de Administración Tributaria (SAT). En estos lugares, denuncian, son bastante comunes las prácticas de extorsión y amenazas en contra de cualquier conductor, sobre todo en contra de paisanos.
La situación ha sido reportada en varias ocasiones ante las autoridades competentes, sin embargo, pese a la frecuencia con que ocurren estos hechos, no se han tomado cartas en el asunto, ni siquiera sabe de algún operativo de seguridad federal para hacer frente a los grupos delictivos y garantizar la tranquilidad de la ciudadanía que utiliza esta vialidad.