Con el dolor de dos hijos desaparecidos y la misión de apoyar a más madres en su misma situación, en medio de una persecución política, Cecilia Patricia Flores Armenta escribió el libro «Madre Buscadora, Crónica de la Desesperación», el cual presentó en la 48ª Feria Nacional del Libro de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Este libro es una poderosa narrativa que refleja la historia de las madres buscadoras, quienes, como Ceci, se han visto obligadas a emprender una ardua y dolorosa búsqueda de sus hijos desaparecidos.
“Llevo nueve años buscando a mi primer hijo y cinco años buscando al segundo. Hemos vivido cosas terribles, persecuciones, amenazas de cárteles, pero el amor por mis hijos es más grande que el miedo. Seguimos luchando, porque creemos que todos, sean culpables o inocentes, tienen derecho a ser buscados y a regresar a casa”, comentó.
Uno de los desafíos más difíciles que menciona es la persecución política. Enfrentarse a las autoridades que, en lugar de apoyarlas, las criminalizan, culpabilizan y cuestionan su calidad como madres, resulta más aterrador que las amenazas de los propios cárteles.
“Las máximas autoridades nos han criminalizado, llegando a insinuar que soy responsable de la desaparición de mis hijos por no haberlos educado bien. La impunidad, la apatía y la burocracia son nuestros mayores obstáculos. A pesar de todo, seguimos adelante, porque nuestros hijos merecen ser encontrados”, dijo Cecilia.
Durante la creación de su libro, encontró aliados inesperados, principalmente otras madres víctimas que se han unido a esta causa. “Sí, principalmente el apoyo de otras madres y víctimas que se unen a la búsqueda. Si una madre cae por enfermedad o desgaste emocional, las demás estamos allí para ayudarla a levantarse. También hemos recibido apoyo de la sociedad civil, personas que, aunque no tienen desaparecidos, empatizan con nuestra causa y nos ayudan a seguir adelante”.
Cecilia Patricia espera que su libro «Madre Buscadora, Crónica de la Desesperación» sirva para visibilizar la realidad que viven las madres buscadoras, “que la gente vea que esto no es ficción. Espero que se genere más conciencia y apoyo para nuestra causa. También quiero que la sociedad tome en cuenta el sufrimiento de los huérfanos de los desaparecidos, un tema que casi nadie toca, pero que es crucial”.
