En un emotivo homenaje de cuerpo presente, la tarde de este lunes 21 de abril, el pueblo potosino despidió al maestro José Miramontes Zapata, fundador y director de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, en el majestuoso Teatro de la Paz. El recinto se llenó de familiares, amigos, músicos, autoridades y público en general, quienes rindieron tributo a uno de los máximos referentes de la vida cultural del estado. La orquesta sinfónica, acompañada de coros formados por generaciones de alumnos del maestro, interpretó obras clásicas que marcaron su legado.
El escenario del Teatro de la Paz se cubrió de flores blancas, poemas, anécdotas y música, como símbolo del último recorrido terrenal del maestro. La despedida se convirtió en una celebración a su vida, entrega y amor por la música. “Con la partida del maestro, nuestra tierra despide a uno de sus hijos más brillantes y talentosos, quien dedicó su vida entera al arte sublime de la música y a formar generaciones de músicos excepcionales”, expresó el secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, durante su intervención.
Fundador y director de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, José Miramontes Zapata fue un hombre de carácter fuerte, exigente y temperamental, pero también sensible, empático y comprometido con su comunidad. Su legado va más allá de la dirección musical; rescató y estrenó importantes obras de compositores mexicanos, convirtiéndose en referente cultural del estado. Corría la segunda mitad de los años 90 cuando regresó del extranjero con el sueño de crear una orquesta profesional en San Luis Potosí, proyecto que concretó en el año 2000 tras arduas gestiones y el respaldo de músicos locales.
Durante casi 25 años, Miramontes Zapata dio identidad y prestigio a la orquesta, impulsando repertorios de gran valor histórico y cultural, como la ópera «Matilde» de Julián Carrillo, y presentándose en escenarios internacionales. Su último concierto fue apenas días antes de su partida, dirigiendo el «Réquiem» de Gabriel Fauré en el Teatro de la Paz, ante un lleno total, en lo que muchos consideran una despedida simbólica. Ha muerto José Miramontes Zapata, pero su obra y pasión por la música perdurarán como legado vivo para San Luis Potosí y para México.
