El arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, hizo un llamado a reflexionar sobre el uso de medidas que atenten contra la dignidad humana, incluso cuando se trata de delincuentes. Esto en el contexto del debate público sobre la propuesta del Ejecutivo estatal de aplicar la castración química a violadores.
El prelado subrayó que, antes de recurrir a sanciones extremas, se debe dar prioridad a la educación y a la atención psicológica. Según Cavazos Arizpe, la falta de educación en valores, respeto y afectividad es un factor que conduce a delitos como el abuso sexual. “Hemos conocido miles de historias donde varios sujetos violan a una mujer, lastimándola profundamente. Esto proviene de una mala educación», señaló, enfatizando que tanto las familias, como la iglesia y las autoridades, deben colaborar en la formación moral y sexual de las personas.
El arzobispo destacó que, aunque las sanciones como la privación de la libertad son necesarias, estas deben estar acompañadas de oportunidades para que los delincuentes reciban tratamiento psicológico y educativo que les permita reformarse. “Las personas podemos tener capacidad de conversión”, afirmó.
Finalmente, Cavazos Arizpe expresó que medidas como la castración química deben ser consideradas solo como último recurso. Insistió en que, sin un enfoque integral basado en la educación y la atención psicológica, estas medidas extremas carecen de efectividad para lograr una verdadera reforma en los individuos que han cometido delitos.
