El Cementerio del Saucito, el más antiguo que aún perdura en la ciudad de San Luis Potosí, fue inaugurado el 16 de septiembre de 1889 como parte de los festejos conmemorativos de la independencia de México; aunque abrió sus puertas al público hasta el 12 de octubre del mismo año.
Este cementerio no era el único que estaba en funcionamiento, había uno por cada barrio de la ciudad. A pesar de que había muchos cementerios en la ciudad, ya se encontraban saturados.
Además, se decía que eran “repugnantes” a causa del olor y el aspecto que tenían. Por eso, en el año de 1885 el Ayuntamiento de la capital sugirió la construcción de uno nuevo, más higiénico, amplio y moderno.
Al año siguiente, Matías Hernández Soberón, empresario potosino de ascendencia española, propuso al gobierno del estado la construcción de un cementerio al occidente de la ciudad, cerca de la ermita de Nuestro Señor de Burgos del Saucito, de donde tomó el popular nombre de “Cementerio del Saucito”.