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Rides, una historia de muerte y horror

Era 23 de diciembre, la alegría de la Navidad estaba en todos los corazones. Ernesto encontró en Facebook que un conductor ofrecía una salida de San Luis a Valles ese mismo día a las 9:00 pm. Abordó la camioneta tipo Avanza de color blanco sin pensar que sería su último viaje.

La historia se contó en redes sociales; una de las víctimas que resultó herida narró los hechos, escribió que los pasajeros iban muy animados para visitar a sus familias con motivo de la Navidad, pero a la altura del kilómetro 191, antes del puente Santa Catarina, muy cerca del Valle de los Fantasmas, la camioneta se salió en una curva y cayeron a un barranco de 300 metros. Esta persona, asegura que el vehículo dio 10 vueltas y que un joven, Ernesto, de 26 años, fue aplastado por la mole de hierro y, aunque lo auxiliaron, fallecía mientras el chofer emprendía la huida.

Los viajeros sobrevivieron a la muerte, pero vieron cómo expiró Ernesto. Desesperados buscaron su teléfono celular para solicitar ayuda que llegó horas después.

Testimonio de las víctimas, incluidos en los reportes de la Fiscalía General del Estado, revelan que el conductor, hoy prófugo, discutía con su novia. En un momento determinado, perdió el control del volante, se salió en una curva y fue, entonces, que el vehículo cayó al vacío.

En pleno 24 de diciembre, los padres de Ernesto tuvieron que viajar a la capital potosina para reconocer el cuerpo de su hijo, un joven recién graduado del Tecnológico de Ciudad Valles, mientras que el resto de las víctimas buscaba el nombre del operador cuya identidad fue férreamente protegida por los propios usuarios de las redes a pesar de que, por cierto, no cuenta con autorización para realizar ese tipo de viajes y, mucho menos, seguro de vida de los viajeros.

Los sobrevivientes solicitan la intervención de la Fiscalía General del Estado para localizar al responsable de este accidente y a su novia que, imprudentes, peleaban mientras conducían.

En plena Navidad, familiares y amigos dieron el último adiós a Ernesto, al tiempo que demandan justicia. Su familia le llora, sus amigos prometen no descansar hasta que los responsables paguen por lo sucedido ante la ley.