Estoy preparada para seguir siendo madre y mujer, pero también para ser senadora; afirmó Ruth González Silva, presidenta honoraria del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia en una entrevista exclusiva en la que, con humildad y emoción, abrió su corazón y mostró su lado más humano al rememorar algunos pasajes de su vida que la marcaron y que, sin duda, le han dado el carácter para enfrentar los momentos más difíciles del cargo que desempeña a favor de los potosinos.
Comunicóloga de profesión, Ruth González hace un recuento del trabajo que se hizo en Soledad de Graciano Sánchez, donde, durante cinco años, también tuvo la oportunidad de trabajar para atender las demandas y necesidades de la gente, lo que le permitió adquirir la experiencia para entregar más y mejores resultados a la gente, escucharla y emprender las acciones para dar soluciones en vez de excusas.
Al ser cuestionada sobre un hecho que haya marcado su vida como servidora y política, sobre aquello que la hace ser humana y sensible ante las necesidades de la gente, Ruth se quebró y lloró al recordar que fue la muerte de su abuelo paterno a causa del cáncer, lo que le llevó a descubrir las carencias y el dolor que viven los enfermos de cáncer.
Emocionada, se describe como una mujer sensible, pero fuerte al mismo tiempo, tan fuerte como para sacar adelante a su familia con dos niños pequeños, un esposo gobernador, el DIF estatal y, por si fuera poco, le queda energía para montar a caballo y hacer de escaramuza charra.
A pesar de estar involucrada en la política desde hace vario años, confiesa que no imaginaba la posibilidad de ser candidata o de aspirar a ocupar un espacio en el Senado de la República, pero pues “me casé con un político y sí, pensamos que podía pasar”, comenta.
Con seguridad y aplomo, dice que el trabajo de una campaña no le resultará pesado, porque está acostumbrada a recorrer las calles, a estar con la gente a la que atiende con gusto y amor, tan es así que considera que el DIF es el corazón del Gobierno y, además, es el trabajo más bonito que ha tenido al tener la oportunidad y trabajar para los grupos que más lo necesitan.