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Los adultos mayores con una memoria increíble

Llegar a la tercera edad es un privilegio para muchos, incluso es considerado como un regalo de la vida, pero lo más asombroso es cuando se preserva intacta la lucidez de la memoria, es como tener el don de recordar perfectamente episodios cotidianos como lo suelen hacer adultos de 50 o 60 años.

Existe un segmento poblacional denominado los “SuperAgers”, cuya edad oscila entre los 80 años y más. Estos son seres especiales por tener una memoria brillante, debido a que son capaces de rememorar eventos tal cual sucedieron, como si se tratase de una historia fotográfica mental.

Estos octogenarios son imprescindibles para que la ciencia pueda avanzar en materia de envejecimiento saludable y en el estudio de las enfermedades relacionadas al envejecimiento como la demencia, el Alzhéimer o el Párkinson.

Un estudio desarrollado por la Universidad Politécnica de Madrid, España, determinó que estos individuos no solo tienen una capacidad cognitiva parecida a la de alguien de unos 50 años, sino que son mucho más ágiles.

Igualmente, poseen destrezas de movimientos mucho más rápidos para realizar tareas habituales que la de adultos sanos de su misma edad. Además, sus tasas de ansiedad y depresión también son menores.

¿Cómo convertirse en un SuperAger? Científicamente, no se ha determinado la existencia de un factor biológico o genético para poder distinguirlos de la población normal.

“Sabemos que han sido más activos durante los 40 y 60 años, pero en términos de hacer más deportes o ejercicio. Además, de tener los factores relacionados con la enfermedad cardio y cerebrovascular controlados, tensión arterial, glucosa, etc. La mayoría de ellos tenía una buena salud mental”, explicó Strange.

“Es importante señalar que cuando comparamos a los SuperAgers con las personas promedio de esa edad, tienen niveles similares de coeficiente intelectual, por lo que las diferencias que estamos viendo no se deben solo a la inteligencia”, expresó Rogalski.

Normalmente, los cerebros de la mayoría de las personas disminuyen su tamaño mientras envejecen.

No obstante, en los SuperAgers, las investigaciones han verificado que la corteza, encargada del pensamiento, de la toma de decisiones y de la memoria, sigue siendo mucho más gruesa y se encoge más lentamente que la de las personas de 50 y 60 años.

Gracias a la donación de un cerebro de un SuperAger fallecido, al programa de investigación, se pudo probar que tiene células más grandes y saludables en la corteza entorrinal.

Considerándose como: «una de las primeras áreas del cerebro en ser golpeada por la enfermedad de Alzheimer», afirmó Tamar Gefen.

Estefanía López Paulín

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