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Aprender a respirar ¿La clave del bienestar? 

Por: Estefanía López Paulín

Lo habitual es dar la respiración por sentada y no considerarla más que una acción rutinaria de nuestro cuerpo. Sin embargo, también gestiona emociones, desintoxica cuerpo y mente, regula estados de ánimo y libera energía estancada. Basta con echar un vistazo a las librerías para descubrir que muchas personas empiezan a darle a la respiración la importancia que tiene. 

Hay un sinfín de publicaciones, ejercicios, workshops e incluso programas con los que aprender a respirar, todo parece indicar que se trata de un fenómeno parecido al momento en el que la humanidad entendió que para mantenerse bien física y mentalmente era imprescindible dormir lo suficiente. 

La psicóloga Catalina Rojas Benedetti, especializada en estados alterados de conciencia a través de técnicas de respiración, asegura que esta práctica no solo mejora el bienestar físico y emocional, sino que también puede ser una puerta de entrada a la exploración espiritual para la que no se requiere ninguna preparación previa. 

Catalina Rojas Benedetti señala que la gente respira en su mínima potencia, es decir, de manera superficial y con la única finalidad de mantenerse viva, sin aprovechar por ello todos los beneficios de una respiración profunda y consciente. “Estas técnicas mejoran la oxigenación, reducen el estrés y aumentan nuestra energía y bienestar en general”, explica. 

Considera que inmersos en una sociedad que teme sentir, la respiración puede reconciliar a la gente con sus emociones, pues asegura que la respiración está totalmente relacionada con su manejo. Cuando respiramos conscientemente, activamos instantáneamente la conexión con nuestro cuerpo. A través de él podemos permitirnos sentir. 

Cuando tememos sentir, lo que en realidad estamos haciendo es generar tensiones en el cuerpo, bloqueos energéticos, que no permiten que esas emociones se manifiesten. Mediante la respiración, podemos empezar a relacionarnos con ellas de forma sana y directa, dice la autora de El espíritu de la respiración, un libro en el que ofrece herramientas prácticas para reeducar la forma de respirar. 

Iván Sánchez, terapeuta de respiración consciente, señala que los únicos que respiran bien son los bebés recién nacidos. “Inhibir la respiración permite aliviar temporalmente cualquier tipo de molestia, dolor físico o emocional. La manera más efectiva de mejorar el mecanismo respiratorio es corregir las desviaciones de la respiración y aprender a liberar las sensaciones molestas del cuerpo mediante 

esta”, señala el autor de Sanar la ansiedad. Técnicas de respiración consciente y desarrollo personal para transformar la ansiedad en la vida que deseas. 

“Nuestro patrón respiratorio es un reflejo de nuestras creencias y de la percepción que tenemos del mundo. Podemos cambiar de forma consciente la forma en que respiramos. Por lo tanto, cambiando nuestro patrón respiratorio podemos enviar a nuestro cerebro nueva información sobre cómo queremos vivir. Si respiramos de forma pausada, lenta, profunda, el cerebro empieza a entender que hay tiempo, que podemos estar presentes, que estamos a salvo y que todo está bien. Esto es muy reparador y sanador”, dice para terminar Catalina Rojas Benedetti.