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La aromaterapia

Se cree que las antiguas civilizaciones usaban la «aromaterapia» de muchas maneras y por muchas razones como por ejemplo en el masaje, los baños, como medicina e incluso para embalsamar cuerpos.

La práctica de la aromaterapia moderna se atribuyó principalmente al químico francés René-Maurice Gattefossé, él inició la investigación de los poderes curativos de los aceites esenciales en el primer cuarto de siglo después de observar cómo el aceite de lavanda parecía ayudar en la curación de una quemadura severa que tenía en una mano.

En la actualidad la aromaterapia es una medicina complementaria ampliamente practicada, que utiliza aceites esenciales de plantas aromáticas, flores, hojas, semillas, cortezas y frutas para ayudar a curar.

La aromaterapia actúa sobre nuestro sentido del olfato y mediante la absorción al torrente sanguíneo, aproximadamente el 15% del aire que inhalamos se dirige al techo de la nariz, donde los receptores olfatorios transportan los olores directamente a una parte del cerebro llamada sistema límbico, esta área está conectada con el instinto, el humor y la emoción y se cree que la aromaterapia puede estimular la liberación de sustancias químicas que juegan un papel en la liberación de emociones.

La aromaterapia tiene un efecto más beneficioso en las dolencias menores, problemas digestivos, y enfermedades relacionadas con el estrés, sin embargo, es extremadamente improbable que la aromaterapia cure enfermedades más importantes, por lo que no se recomienda que se utilice en casos graves, pero puede usarse para aliviar el estrés experimentado por las personas que sufren de una patología grave.

¿Pero cómo podemos saber qué clase de aceite o aroma necesitamos? Todo depende del resultado que estes buscando, a continuación los más populares.

Relajantes: lavanda (también antiséptico), manzanilla, jazmín, incienso y mirra (ambos pueden irritar si se aplican en la piel o se usan en el baño), nerolí, naranja, mandarina, ylang-ylang (la inhalación excesiva puede causar dolores de cabeza).

Revitalizantes: limón (puede irritar la piel, especialmente cuando se expone al sol), semilla de pomelo, canela, enebro (también tiene propiedades antisépticas), vainilla, geranio, romero.

Estimulantes: menta y eucalipto (ambos actúan como descongestionantes al inhalarse, pero pueden irritar la piel, así que tengan cuidado).

Otros aceites, como el aceite de árbol de té, son famosos por sus propiedades antisépticas.

Es importante seguir las recomendaciones del producto que se utilice, o de ser necesario consultar con un especialista que pueda guiarte con la elección de plantas o semillas, según tus propias necesidades.

Estefanía López Paulín

Contacto: psc.estefaniapaulin_uaslp@hotmail.com Número: 4881154435

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