Según un artículo en Scientific American, el trabajo creativo combina diferentes elementos e influencias de la manera más novedosa o inusual, y estos estados, rasgos y comportamientos de amplio alcance con frecuencia entran en conflicto entre sí dentro de la mente de la persona creativa.
Curiosamente, todos tenemos una o más de esas características. Utilizamos varios de ellos cuando éramos niños, y nos damos cuenta de los demás a medida que ingresamos a la fuerza laboral. La verdad última de la creatividad es que todos estos comportamientos están disponibles para aquellos ansiosos por mejorar o aumentar su «Cociente de Creatividad».
Las personas creativas buscan posibilidades en lugar de absolutos.
Las personas creativas se sienten incómodas con el status quo. Para ellas, una vida creativa es una de opciones, oportunidades y alternativas. No siempre aceptan lo que hacen los demás; más bien, buscan múltiples respuestas y puntos de vista. De hecho, la pregunta más poderosa que hacen habitualmente es la que comienza con las palabras «¿Y si?”
Las personas creativas son soñadoras.
Soñar despierto, desde el punto de vista de la creatividad, es algo bueno. No es algo que debamos evitar a medida que nos involucramos en tareas intelectuales. Tener la «cabeza en las nubes» es una oportunidad para permitir que nuestros poderes creativos se desarrollen y florezcan. Este es un juego mental en su máxima expresión, un ejercicio potente en el que se apoya y celebra el pensamiento innovador.
Las personas creativas pasan mucho tiempo al aire libre.
La naturaleza tiene la capacidad de evocar una forma creativa de pensar haciéndonos más curiosos y capaces de abrazar nuevas ideas y estimulándonos a convertirnos en pensadores más flexibles. «La creatividad de la naturaleza es obviamente la fuente de la creatividad humana».
Las personas creativas están abiertas a aprender cosas nuevas.
Su educación formal es solo un punto de partida, una base para oportunidades educativas adicionales. Las personas creativas adoptan un proceso de aprendizaje continuo en una amplia variedad de campos a menudo áreas que tienen poco que ver con su especialidad ocupacional.
Las personas creativas son de mente abierta.
Las personas de mente abierta siempre adoptan nuevas ideas y formas de hacer las cosas. A menudo pueden ver el panorama general porque persiguen furiosamente todas las formas únicas de examinar los detalles de esa experiencia. Examinan varias posibilidades en vez de buscar una única respuesta correcta. Les gusta probar cosas nuevas porque sí.
Las personas creativas asumen riesgos.
Se arriesgan. Examinan lo «desconocido» no necesariamente porque conducirá a algo exitoso, sino porque es nuevo. Están felices de salir de su zona de confort y jugar con nuevas ideas. Lo más importante es que no temen al fracaso porque ven el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
