Ya hemos hablado antes acerca de que el vínculo emocional que se establece entre padres e hijos es conocido como apego, y su correcto desarrollo supone un factor clave para que el niño se desarrolle de forma saludable desde el punto de vista cognitivo, emocional, social y psicológico.
Dependiendo del entorno en el que el menor crezca y cómo sea su relación con sus padres, el niño adoptará un tipo de apego en particular. Aunque existen distintas clases, estos se suelen dividir principalmente en un apego seguro o uno inseguro. Esto conllevará un gran impacto en el crecimiento del niño, pudiendo ser positivo y beneficioso para él, o todo lo contrario.
En el caso de los hijos con apego seguro, estos ven satisfechas sus necesidades, se sienten cómodos junto a sus padres y confían en ellos. Es decir, se trata de un vínculo saludable, que le facilitará la tarea de crear otras conexiones y relaciones sanas y duraderas en su futuro.
En cambio, los niños con apego inseguro han aprendido a no confiar en sus padres y a reprimir sus necesidades, ya que saben que no serán satisfechas. Las consecuencias de esto es que pueden desarrollar problemas emocionales y sufrir de ansiedad y estrés. Por eso, los padres siempre deberán asegurarse de establecer un vínculo de apego seguro con sus hijos.
Así se consigue un apego seguro entre padres e hijos
El vínculo afectivo se empieza a crear desde el primer día de vida de los niños, apunta la psicóloga Isabel Rojas Estape. Como ya se ha adelantado, la naturaleza de este marcará en buena medida las futuras relaciones de los hijos. De modo que los padres han de esforzarse por desarrollar un apego seguro y sano con los menores. Para lograrlo, la especialista comparte una serie de consejos en su cuenta oficial de Instagram.
¿Cómo crear un apego seguro con los hijos?
1. Compartir momentos. Esto se refiere a hacer todo tipo de actividades que lleven a los padres y a sus hijos a pasar tiempo de calidad juntos. Hay opciones para todos los gustos, desde leer, jugar o pintar hasta pasear. La psicóloga explica que esto ayuda a los niños a crear recuerdos felices y a sentirse mucho más cerca de sus padres.
2. Potenciar sus capacidades. Los padres deben prestar atención a las virtudes de sus hijos, es decir, observando en qué son buenos y ayudándoles a desarrollar esa capacidad. La psicóloga aconseja mostrar interés y compartir sus aficiones para crear un vínculo fuerte.
3. Darle mucho cariño. Isabel Rojas Estape asegura que las muestras de cariño “significan mucho para los hijos”, dado que les hace sentirse imprescindibles para sus padres. Los abrazos, los besos, las palabras bonitas, todo ello tendrá un impacto positivo en los hijos.
No existe un manual para ser un padre perfecto y crear jóvenes que se sientan seguros, amados y validados, pero es bueno que cada día contemos con más información que nos ayuden a orientarnos en la búsqueda de una relación padres-hijos más sólida y saludable.