Psicología

Evita desquitar tu enojo con tus seres queridos

Por: Estefanía López Paulín

La transferencia emocional es un proceso psicológico en el que una persona transfiere sus emociones, sentimientos o experiencias a otra persona, objeto o situación. Esto puede ocurrir de manera consciente o inconsciente. 

Pueden existir dos tipos de transferencia emocional, la transferencia positiva: Se transfiere amor, afecto o admiración. Y la transferencia negativa: Se transfiere ira, resentimiento o ansiedad. 

Ejemplos de transferencia emocional: 
– A un supervisor lo han regañado por un incumplimiento en su trabajo, por lo que él se desquita con las personas que están a su cargo. 
– Un padre cansado del trabajo y la rutina se desquita con su hijo que lo espera en casa con las ansias de poder pasar tiempo con él. 
– Una chica ha tenido un mal día en la escuela y procede a ser grosera sin motivo con su pareja. 

¿Pero cuál es la razón por la cual caemos en la transferencia emocional? 
En un intento por regular nuestra ansiedad y estrés 
Experiencias pasadas no resueltas. 
Relaciones conflictivas. 
Falta de regulación emocional. 
Modelos de comportamiento aprendidos. 

Desembocar nuestras emociones en personas u objetos ajenos a nuestra situación, generan consecuencias como: 
1. Daño en las relaciones. 
2. Conflicto y tensión. 
3. Problemas de comunicación. 
4. Efectos negativos en la salud mental. 

Sin embargo, si somos personas que solemos caer en la transferencia emocional, podemos trabajar sobre estas reacciones e intentar regularlas de manera más saludable, para ello podemos hacer lo siguiente:
1. Reconocer y aceptar tus emociones. 
2. Practicar la regulación emocional. 
3. Establecer límites saludables. 
4. Comunicarte de manera efectiva. 
5. Buscar apoyo emocional. 

Puedes apoyarte de diversas técnicas para manejar la transferencia emocional como: 
1. Respiración profunda. 
2. Meditación. 
3. Ejercicio físico. 
4. Diario emocional. 
5. Terapia cognitivo-conductual. 

Recuerda que la transferencia emocional es un proceso común, pero puede tener consecuencias negativas. Aprender a reconocer y manejar tus emociones es clave para evitar la transferencia emocional. 

Hacer transferencia emocional de manera inconsciente no te vuelve un villano, ni una mala persona, solo una que no sabe cómo manejar lo que está sintiendo y por lo tanto se abruma y explota, pero no es nada que no puedas trabajar y cambiar, para un bien principalmente para ti y que se verá reflejado en tus relaciones. 

Sin embargo, si lo haces de manera consciente, sabiendo que existen consecuencias y que incluso algunas veces dañamos a las personas a nuestro alrededor, te invito a replantearte tu necesidad de conflicto, de control, de una liberación de emociones mal dirigida, y preguntarte si en verdad el hacer eso te libera sin dejar culpa. Nunca es tarde para intentar aprender a gestionar nuestras emociones.