En los años 70´s se desarrolló la conocida terapia de solución de problemas, siendo D´Zurilla y Goldfried quienes desarrollaran este modelo terapéutico con el fin de enseñar a las personas a manejar el impacto de los estresores del día a día, con la meta esencial de cambiar la percepción que muchos solemos tener sobre los problemas.
A todos nos enseñaron a leer y a escribir, a sumar y dividir, nos enseñaron a memorizar los estados de nuestro país y sus capitales, pero nunca nos enseñaron como resolver los retos y problemas cotidianos, la educación pasa por alto la importancia de enseñarle a los infantes la gestión de sus emociones, y eso a la vez se vuelve una tendencia en la conducta, en donde preferimos la evitación que el afrontamiento a la hora de abordar un reto.
La terapia de solución de problemas se desarrolló con la finalidad de convertirnos en seres más aptos y resolutivos, capaces de sobrevivir en entornos estresantes, algunos de los beneficios de este modelo son: la mejora de la percepción de los problemas, creando una vision mas positiva, flexible y resolutiva, también reduce los miedos, los bloqueos y la negatividad ante los desafíos, aumenta la autoeficacia y la autoestima.
Aunque la terapia consta de 9 pasos a seguir es importante saber que estos deben adaptarse a las necesidades de cada persona, de nada sirve una guía y un mapa con las pautas bien establecidas si la mente no está libre de miedos e inseguridades.
- Mentalidad de abordaje.
La forma de abordar un problema requiere desarrollar en primer lugar una mentalidad positiva y flexible, ya el modo en que tomemos el reto determinara en gran parte nuestro resultado, por esto mismo es esencial tener la percepción de que todo desafío puede resolverse mediante una actitud esperanzada, resolutiva y confiada. - Nuevas fortalezas para manejar el estrés.
El terapeuta habilitado en el modelo de resolución de problemas debe ofrecer al paciente adecuadas estrategias para manejar el estrés, teniendo siempre en cuenta las fortalezas y debilidades del paciente. - Obstáculos que nos impedirán resolver un problema
Siempre nos será útil visualizar aquellas cosas que en algún momento dado pueden dificultar el poder resolver algún reto, tener una imagen clara de esas piedras que pudieran hacernos tropezar en el camino nos permitirá poder manejarlas de mejor manera en caso de que aparezcan. - Mejorar la percepción de autoeficacia
La autoeficacia es la confianza que tenemos en la propia capacidad para efectuar una tarea, sin esta percepción no será imposible alcanzar cualquier meta o resolver alguna dificultad. - Reconocer y definir los problemas
Parece uno de los pasos más sencillos, pero la realidad es que pocas personas son capaces de definir con claridad los problemas que les dominan y empeoran su calidad de vida, a pesar de que sea algo visible, la realidad es que consta de bastante trabajo el identificar, delimitar y formular cada problema, pero esto es un paso básico y esencial. - La actitud ante el problema definido
A la hora de orientarnos hacia un problema es importante liberarnos de los esquemas de pensamiento disfuncionales, lejos de eludir ese desafío, hay que verlo como una oportunidad de crecimiento. - Formular diferentes alternativas
Despierta tu creatividad y aplica el principio de variedad, es decir, cuantas más ideas, mejor. - Valora cada opción y sus posibles consecuencias
Si ya antes hemos aplicado la creatividad, es tiempo de aplicar la lógica y el análisis, otro paso importante de la terapia de resolución de problemas consta en analizar cada una de las posibles soluciones para así quedarnos con las más idóneas. - Implementación y valoración
Ahora es momento de ser valientes y audaces e implementar la propuesta elegida y analizar qué efectos tiene, en caso de no obtener el resultado esperado, no debemos sentirnos bloqueados o devastados, gestionar el fracaso y la frustración es un paso más del propio proceso de resolución de problemas. Así mismo en caso de que nuestra encrucijada se haya resulto, es importante sentirnos orgullosos de nosotros mismos.
Recordemos que mientras seamos poseedores de herramientas que nos faciliten la resolución de problemas debemos utilizarlas a nuestro favor, adaptarnos y ser flexibles, no olviden que este es un modelo terapéutico utilizado según las necesidades y situación del paciente, si considera que esto puede ser de ayuda no dude en considerar la asesoría de un profesional.
