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19-S, el día que sacudió los escombros ruines de los mexicanos, descubriendo el alma pura

Un día como hoy, en el año 2017, un movimiento telúrico se registró a las 13:14 hrs, con magnitud 7.1 y epicentro 8 km al noroeste de Chiautla de Tapia, Puebla, a una profundidad de 51 km.

La catástrofe fue desgarradora, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala fueron afectadas por este potente sismo; muerte y destrucción dejó a su paso, ese día y los consecuentes la capital del País no durmió, cientos de mexicanos salieron a luchar contra fierros retorcidos entre concreto, y finos hilos de Gas LP que a cualquier chispazo amenazaban estallar, pero nada importó, desde San Gregorio Atlapulco, una comunidad marginada de Xochimilco, hasta la Roma y la Condesa, colonias de la Alcaldía Cuauhtémoc, donde el dinero, el perfume caro, la polución, los tacos, restaurantes, gentrificación y la vida nocturna de CdMx se mezclan, o en Coyoacán, donde Mexico parece haberse detenido en el tiempo, en toda la capital del país había cientos de mexicanos luchando con palas, botes y sus manos, buscando gente con vida debajo de toneladas de escombro que quedó de aquellos Grandes edificios, o las modestas casitas.

Remembrar aquellos días en la capital me crea un sentimiento de tristeza, nostalgia y amor a mi Mexico, y el siniestro olor a sangre y tierra mojada; el sismo no solo sacudió la tierra, sacudió nuestros más íntimos sentimientos, derrumbó lo malo que se quedó como escombro ahí tirado, dejando al descubierto nuestra alma pura mexicana, esa que cuando alguien está en apuros, somos capaces de sacarnos el taco para dárselo al que tiene más hambre, así mismo Mexico se levantó de ese trago amargo, de ese día de tragedia y muerte, todos estaban haciendo algo: los supermercados, restaurantes y tiendas de herramientas que regalaban sus productos, los bomberos, policías, paramédicos, albañiles, médicos, enfermeras, los altruistas, los animalistas, los que repartían comida, los brigadistas voluntarios, y los que siempre solo se están quejando, ese día nadie se quedó en la sala viendo la Tv o el Facebook.

Hoy por doquier simulacros y manuales de que hacer en caso de sismo, genialidades que desde hace décadas se implementan en instituciones, hospitales, oficinas de gobierno, empresas y escuelas, que a decir verdad, cuando la catástrofe llega, de nada sirven.

La naturaleza es impredecible, devastadora, y se brinca cualquier trámite burocrático, y todos los simulacros habidos y por haber; solo llega y destruye, se lleva vidas y patrimonios, no hay forma de evitarlo.

Mexico es grande, y se puede caer completo en un segundo, los mexicanos somos Chingones y así nos tardemos un siglo, lo levantaremos, me han dado una gran lección aquel 19S, un mexicano nunca está solo, la desgracia nos levanta, jamás nos tumbará… VIVA MEXICO CABRONES

En memoria de las 369 víctimas mortales, miles de damnificados y los deudos del terremoto del 19 de Septiembre de 2017.

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