Cada año, el 19 de septiembre se convierte en una fecha de memoria y dolor para México, marcada por dos terremotos que cimbraron al país: el de 1985 y el de 2017.
Este 2025 se cumplen 40 años del sismo de 1985, que alcanzó una magnitud de 8.1 en la escala de Richter. Su epicentro se localizó en el océano Pacífico, frente a las costas de Michoacán, y afectó principalmente al centro, sur y occidente del país. La Ciudad de México fue la más golpeada, con miles de edificios derrumbados y más de 10 mil personas fallecidas.
Ese mismo día, pero en 2017, otro terremoto de magnitud 7.1 volvió a sacudir al país. Su epicentro se registró entre Puebla y Morelos, a 8 kilómetros de Chiautla de Tapia, con una profundidad de 51 km. El movimiento telúrico dejó 369 víctimas fatales y graves daños materiales, sobre todo en la capital mexicana.
México es un territorio altamente sísmico por encontrarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde la placa de Cocos se subduce bajo la de Norteamérica. Este fenómeno genera una constante acumulación de energía que se libera en forma de sismos. Tan solo en la Ciudad de México, hasta el 17 de septiembre de este año, se han registrado 22 microsismos; en 2023 y 2024 se documentaron 93 eventos en cada año.
A las 7:19 de la mañana del 19 de septiembre de 1985, la normalidad se quebró en apenas un minuto y medio. El suelo capitalino tembló con tal violencia que edificios enteros colapsaron, dejando tras de sí un escenario de polvo, humo, sirenas y gritos de auxilio. La magnitud del desastre fue registrada por brigadistas y cronistas, quienes dieron cuenta del dolor y la solidaridad que emergieron de la tragedia.