Ceci Flores, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, ha atribuido al crimen organizado los recientes asesinatos de mujeres dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas. Este preocupante fenómeno ha generado llamados urgentes para detener los ataques.
En un nuevo caso que sacude al país, Angelita Almeraz León, presidenta del colectivo “Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos” en Tecate, Baja California, fue brutalmente asesinada en su negocio. Según los informes, un individuo armado ingresó a su estética y abrió fuego contra ella alrededor de las 14:00 horas del 8 de febrero, para luego huir en un automóvil Audi negro.
El comunicado emitido por el grupo que encabezaba Angelita Almeraz lamentó profundamente su pérdida, resaltando su incansable labor en la defensa de los derechos y la búsqueda de los seres queridos de las familias afectadas.
Aunque las autoridades de Baja California han condenado los hechos y prometido investigar a fondo, la comunidad sigue exigiendo respuestas contundentes. «En Baja California, quienes agreden a una mujer, pagan las consecuencias ante la justicia», advirtió la titular de la Fiscalía General de Baja California, Elena Andrade Ramírez.
Hasta el momento, se desconoce la identidad del agresor y el móvil detrás del ataque contra Angelita Almeraz. No obstante, la falta de apoyo por parte de las autoridades para atender los casos de personas desaparecidas fue un tema recurrente en sus últimas declaraciones. En una transmisión en Facebook el 27 de enero, Angelita expresó su frustración por la falta de atención a un cuerpo encontrado, que correspondía a una persona desaparecida.
Este trágico suceso se suma al secuestro de Lorenza Cano, integrante de “Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos” en Guanajuato, quien también se involucró en la búsqueda de su hermano desaparecido. Las autoridades aún no han dado con su paradero y recientemente liberaron a dos personas previamente vinculadas con su secuestro y los asesinatos de su hijo y esposo.
El crimen organizado continúa representando una grave amenaza para quienes dedican su vida a buscar a los desaparecidos en México, y la impunidad persistente solo aumenta la vulnerabilidad de estas valientes mujeres en su lucha por la justicia y la verdad.