El líder limonero Bernardo Bravo Manríquez fue asesinado en el municipio de Apatzingán, Michoacán. Su cuerpo fue localizado dentro de una camioneta sobre la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, a la altura de la localidad La Tinaja. La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó el hallazgo e informó que ya se abrió una carpeta de investigación para esclarecer el crimen y dar con los responsables.
Bernardo Bravo se desempeñaba como presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán y en diversas ocasiones había denunciado públicamente las extorsiones que sufría el sector citrícola por parte de grupos del crimen organizado. Debido a sus declaraciones, el líder productor había recibido múltiples amenazas, lo que lo llevó a solicitar medidas de seguridad y, en distintos periodos, a residir temporalmente en Morelia.
En las últimas semanas, Bravo se había sumado a las movilizaciones de productores para exigir mejores precios de los cultivos y la regulación de los días de corte del limón, con el fin de evitar la sobreproducción y el desplome de los precios en la región.