La masacre ocurrida la noche del sábado en el bar “Los Cantaritos” de Querétaro, que dejó un saldo de diez personas muertas y trece heridas, ha sido calificada como un acto de “narcoterrorismo” por el consultor en seguridad pública David Saucedo. Saucedo explicó que el ataque habría tenido como objetivo a un integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que presuntamente se encontraba en el establecimiento.
“Lo cierto es que perdieron la vida personas que no tienen ningún tipo de vínculo o actividad criminal. Es un acto de narcoterrorismo, esta frase que tanto asusta al Gobierno federal y que se resiste a utilizar”, afirmó Saucedo, cuestionando la reticencia de las autoridades a denominar estos ataques como tales, especialmente cuando involucran la muerte de personas inocentes.
Para el especialista, el acto de violencia no sólo deja un saldo trágico, sino que pone de relieve la disputa territorial entre al menos cuatro grupos criminales en el estado: el Cártel de Santa Rosa de Lima, el CJNG, la Familia Michoacana y una mafia local dedicada al huachicoleo, conocida como “Los Hades”. En la zona metropolitana de Querétaro, la lucha por el control se centraría en el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima, como una extensión de la violencia de Guanajuato hacia el estado vecino, en busca de dominar la venta de drogas al menudeo, la extorsión, el cobro de derecho de piso y la extracción ilegal de combustible.
“No es la primera vez que ocurre una masacre en Querétaro, pero sí en un espacio público con comensales que no tenían vínculos criminales aparentes”, señaló Saucedo, refiriéndose al contexto de las masacres anteriores en zonas rurales alejadas de la capital del estado. Según el consultor, esta masacre simboliza el fin de la percepción de Querétaro como un lugar seguro, pues, aunque la tasa de homicidios en el estado sigue siendo baja en comparación con entidades como Michoacán o Guanajuato, los homicidios han incrementado un 50% en los últimos dos años.
La presencia de estos grupos criminales, advirtió Saucedo, parece haber contado con la «mirada complaciente» de las autoridades, quienes hasta el momento se han enfocado en detener a autores materiales, sin capturar a los autores intelectuales de estos ataques. Incluso señaló como ejemplo los reiterados intentos fallidos para capturar a Ricardo Ruiz Velasco, alias “el doble erre”, líder regional del CJNG, cuya extradición ya ha sido solicitada y quien presuntamente dio su “visto bueno” al ataque.
“Ojalá las autoridades cumplan su promesa de ir hasta las últimas consecuencias, capturando tanto a los autores materiales como intelectuales, aunque lo dudo”, concluyó Saucedo, manifestando escepticismo ante la posibilidad de desmantelar al CJNG en Querétaro.