La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reafirmó su compromiso de dar continuidad a los avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad logrados en el sexenio anterior, al presentar el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025. El documento, entregado ayer a la Cámara de Diputados, prioriza programas sociales, inversión estratégica y una política de gasto responsable.
El presupuesto para 2025 contempla un gasto neto total de 9 billones 302 mil millones de pesos, lo que representa un aumento del 2.6% respecto al ejercicio de 2024. De esta cifra, 6.5 billones serán para gasto programable, destinado a proyectos y programas sociales, mientras que 2.7 billones corresponderán al gasto no programable, que incluye el pago de deuda y participaciones a estados.
En la carta enviada a los legisladores, Sheinbaum destacó que su gobierno consolidará programas prioritarios como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que contará con 483 mil 427 millones de pesos, y la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, con una asignación de 28 mil 961 millones.
El programa Becas para el Bienestar Benito Juárez destinará 53 mil 85 millones de pesos para estudiantes de nivel medio superior y superior, además de 1.8 mil millones para fortalecer las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Asimismo, el programa La Escuela es Nuestra contará con 25 mil millones, mientras que la Beca Universal de Educación Básica Rita Cetina tendrá un presupuesto de 78 mil 840 millones. Por su parte, Jóvenes Construyendo el Futuro recibirá 24 mil 205 millones de pesos.
El Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar, operado por Infonavit y el Fondo de Vivienda, contará con 32 mil millones en 2025, con la meta sexenal de construir un millón de viviendas para las familias más necesitadas.
Pese a un contexto internacional complejo, Sheinbaum señaló que México proyecta un crecimiento positivo en 2025, impulsado por el fortalecimiento del mercado interno y la recuperación de la inversión pública y privada. El presupuesto prioriza la estabilidad económica, manteniendo un balance fiscal estable y control de la deuda pública.
Entre los retos señalados para el próximo año están la estabilización de precios energéticos, la presión inflacionaria y los efectos de tensiones geopolíticas y eventos climáticos, que podrían impactar el consumo y el precio de bienes básicos. Para enfrentarlos, se consolidarán inversiones estratégicas en infraestructura y bienestar, buscando reducir desigualdades regionales y fortalecer el mercado laboral.
El presupuesto 2025 se alinea con los 100 compromisos para el 2º piso de la transformación, detallando una política de gasto que combina disciplina fiscal y un enfoque social. La mandataria enfatizó que la lucha contra la corrupción y la austeridad en el gasto seguirán siendo ejes fundamentales de su administración.
Con esta propuesta, el gobierno busca consolidar los avances sociales del sexenio anterior y proyectar un México con mayor resiliencia económica, menos desigualdad y mejores oportunidades para todos. El Congreso analizará y discutirá el proyecto en las próximas semanas.