El gobierno de Donald Trump desclasificó 1,123 nuevos archivos sobre el asesinato de John F. Kennedy, cumpliendo así una de sus promesas de campaña, sin embargo, las primeras revisiones indican que los documentos no aportan información significativa más allá de lo ya conocido.
El Archivo Nacional de EE.UU. publicó reportes, fotografías y notas gubernamentales, pero algunos fragmentos han sido censurados. Según historiadores, la desclasificación no altera la narrativa oficial, que señala a Lee Harvey Oswald como único responsable del crimen.
Algunas teorías de conspiración, como el posible vínculo de Oswald con la KGB o la implicación de Fidel Castro, son desestimadas en los documentos. Con casi el 99% de los archivos sobre el caso ya publicados, esta podría ser una de las últimas liberaciones oficiales sobre el magnicidio ocurrido en 1963.