Este miércoles, alrededor de 160 proyectiles fueron disparados desde Líbano hacia el norte de Israel, informó el Ejército israelí. Este ataque se produce un día después de la muerte de Taleb Sami Abdallah, alias Abu Taleb, un alto cargo del movimiento chiita libanés Hezbolá, en un ataque atribuido a Israel.
Hezbolá confirmó en cuatro comunicados haber lanzado «varios misiles Katiusha» contra tres bases militares israelíes y afirmó haber alcanzado «una fábrica militar» con misiles guiados en represalia por el asesinato de Abu Taleb. El Ejército israelí señaló que los proyectiles fueron lanzados en dos tandas durante la mañana, sin causar víctimas según las primeras informaciones.
Aunque algunos proyectiles fueron interceptados, otros impactaron en el norte de Israel, provocando incendios en varias zonas. «La mayoría cayeron en terreno descampado y algunos en localidades del norte de Israel», declaró el ejército.
Taleb Sami Abdallah murió junto con otros tres combatientes de Hezbolá en un ataque israelí que tuvo como objetivo una casa en el pueblo de Juaiyya, en el sur de Líbano. Una fuente cercana al movimiento proiraní confirmó este ataque, mientras que un portavoz del ejército israelí, contactado por la agencia AFP, no pudo confirmar la responsabilidad de Israel en la muerte del comandante de Hezbolá.
El conflicto transfronterizo ha dejado un saldo trágico. En Líbano, más de 467 personas han muerto, la mayoría combatientes, pero también casi 90 civiles, según estimaciones de la AFP. En Israel, al menos 15 soldados y 11 civiles han perdido la vida. Las hostilidades han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares a ambos lados de la frontera.