En medio de un incremento en las tensiones entre Rusia y Ucrania, la Embajada de Estados Unidos en Kiev anunció este miércoles el cierre temporal de sus puertas debido a la amenaza de un posible ataque aéreo significativo. La decisión llega tras informes de inteligencia que advierten sobre una inminente ofensiva para el 20 de noviembre, aunque Ucrania asegura que se trata de una campaña de desinformación organizada por Rusia.
En un comunicado oficial, la sede diplomática informó que su personal ha sido instruido a buscar refugio y recomendó a los ciudadanos estadounidenses en Ucrania tomar medidas inmediatas de protección en caso de una alerta aérea. Esta situación ocurre un día después de que Ucrania utilizara misiles ATACMS contra la región rusa de Briansk, marcando un punto crítico en el conflicto armado que ha persistido por casi tres años.
El uso de misiles ATACMS, proporcionados recientemente por Washington, representa una nueva fase en la guerra. Según Kiev, el ataque tuvo como objetivo instalaciones militares estratégicas dentro del territorio ruso, lo que generó una respuesta contundente por parte de Moscú.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó el uso de estos misiles como una provocación directa promovida por Occidente. “Esto representa una nueva fase en la guerra contra Rusia, y responderemos en consecuencia”, afirmó Lavrov durante la cumbre del G20 celebrada en Brasil.
Mientras tanto, la Dirección General de Inteligencia de Ucrania acusó a Rusia de llevar a cabo una operación psicológica masiva para sembrar pánico en la población ucraniana. Según un comunicado, se difundieron mensajes a través de redes sociales y plataformas de mensajería que advertían sobre un ataque aéreo “particularmente masivo” contra ciudades ucranianas.
“Este mensaje es falso, contiene errores gramaticales típicos de las operaciones psicológicas e informativas rusas”, destacó la agencia de inteligencia ucraniana, subrayando que estas tácticas buscan debilitar la moral del país en un momento crítico del conflicto.
Washington confirmó esta semana que autorizó el uso de misiles ATACMS en ataques dirigidos contra objetivos dentro de Rusia, una medida que intensifica la participación indirecta de Estados Unidos en el conflicto. Estos misiles de largo alcance son considerados un avance táctico significativo para Ucrania, que enfrenta un conflicto prolongado y devastador.
Por su parte, el ataque en la región de Briansk, el primero con este tipo de misiles, ha llevado al Kremlin a emitir severas advertencias sobre posibles represalias.
El cierre de la Embajada de Estados Unidos en Kiev refleja la gravedad de las tensiones actuales. Mientras Ucrania y Rusia continúan intercambiando acusaciones, la comunidad internacional observa con preocupación cómo el conflicto escala hacia un territorio más impredecible.
La población de Kiev y otras ciudades ucranianas permanece en alerta, preparándose para posibles eventualidades mientras se intensifica la retórica bélica. En tanto, los analistas advierten que los próximos días serán cruciales para determinar el curso de la guerra.
