Estados Unidos confirmó este martes su salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), cumpliendo con la amenaza que había insinuado desde hace meses y marcando así la tercera ocasión en su historia que abandona este organismo internacional. La decisión será efectiva el 31 de diciembre de 2026, según informó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
Bruce explicó en un comunicado que continuar participando en la Unesco “no redunda en el interés nacional de EE.UU.” y acusó a la organización, con sede en París, de promover “causas sociales y culturales divisivas” bajo una supuesta “agenda globalista”. El anuncio se hizo sin mayor despliegue, pues no fue encabezado ni siquiera por el secretario de Estado, Marco Rubio, y repite un patrón histórico, ya que Washington se retiró de la Unesco en 1984 y nuevamente en 2017, en ambos casos bajo gobiernos republicanos.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, reaccionó con mesura y recordó que este escenario ya estaba contemplado desde hace meses. Azoulay, quien asumió el liderazgo de la organización en 2017 y negoció el regreso de Estados Unidos en 2023 durante la presidencia de Joe Biden, lamentó la decisión, pero aseguró que la Unesco está preparada para enfrentar la marcha de su principal contribuyente.
Actualmente, la contribución estadounidense representa el 22 % del presupuesto regular de la Unesco, pero solo equivale al 8 % de su presupuesto total, gracias a que las aportaciones voluntarias de otros países, organizaciones y donantes privados se han duplicado desde 2018.
