El presunto feminicida de la joven de 24 años, la pareja sentimental, ya fue detenido.
Cada día los nombres se suman a la trágica lista de la violencia feminicida que impera en México, muchas de las víctimas pierden la vida a manos de quienes dicen amarlas.
En todos los casos, su partida deja un profundo dolor en las familias y las personas que las amaban, quienes al menos desean obtener justicia.
Tal es el caso de Sintia Beatriz Can Yah es una de las mujeres que fue asesinada por el hombre que era su pareja sentimental, su cuerpo fue hallado enterrado en el patio de su suegro.
Tenía 24 años y como muchas otras víctimas de feminicidio estuvo desaparecida antes de que su cuerpo sin vida fuera localizado. Fue el pasado miércoles 31 de mayo la última vez que su familia supo algo de ella, cuando salió de su domicilio ubicado en la localidad Xbacab, en el municipio de Champotón, estado de Campeche.
Tras no saber nada más de la joven reportaron su desaparición y se activó un ficha de búsqueda, la cual fue compartida en redes sociales con la esperanza de que fuera localizada con vida y poder volver a abrazarla.
Los vecinos le preguntaron a Domingo “N”, pareja sentimental de Sintia sobre su ausencia y él dijo que aquel 31 de mayo peleó con ella, pero que al siguiente día la mujer se fue de la casa por su voluntad, aunque no se llevó nada, algo que se les hizo poco creíble y lo dijeron a las autoridades encargada de investigar la desaparición.
Ante la presión de la familia, las autoridades giraron una orden de cateo en el domicilio en el que vivía la joven, que era propiedad de su suegro, el padre de Domingo “N”. De acuerdo a lo relatado por medios de comunicación locales, en el lugar solo estaban una mujer adulta mayor y una menor de edad, pues la pareja sentimental de Sintia, su progenitor y una de sus hermanas habían escapado.
Al realizar una inspección, llamo su atención que en el patio había una loza de concreto recién hecha sobre el suelo, por lo que comenzaron a excavar. Allí yacía el cuerpo de la joven, el cual fue sacado de la oquedad y trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizarle la necropsia de ley